Lewis Dalton era un tabernero que se casó con Adeline Younger. El matrimonio Dalton fue una familia trabajadora y humilde, que buscaba fortuna en las grandes llanuras norteamericanas. Juntos tuvieron la friolera de quince hijos, de los que cinco fueron niñas. Se instalaron en Kansas en el año 1882, tras haber trabajado en granjas y en tiendas de comestibles que no otorgaban el salario suficiente como para mantener una familia tan numerosa.
Dalton: se empiezan a torcer las cosas
Huyó de la justicia y fue despedido del cuerpo de seguridad por corrupción. Mientras tanto sus hermanos, Emmett y Grattan, son acusados de robar caballos – delito que exigÃa una pena capital – .
Dalton: La banda
En 1891, Bob, el cerebro, tuvo la ocurrencia de formalizar una banda con sus hermanos. Fue sucumbido por la idea del dinero fácil y por los éxitos que hasta la fecha habÃan obtenido en varios de sus saqueos. Dio un paso más, y organizó el atraco de un tren en Alila. El maquinista fue asesinado al negarles sus peticiones, pero el fracaso fue rotundo y tuvieron que huir con los bolsillos vacÃos. Durante la fuga Grattan saltó de cabeza por la ventanilla del tren, quedando gravemente herido. Fue condenado tras su identificación a veinte años de prisión. El 1 de abril de 1891 consigue escapar del tren que le trasladaba a otra prisión, y consiguió reunirse de nuevo con sus tres hermanos.
La banda volvió a reorganizarse junto a varios forajidos que buscaban saciar su sed de billetes y monedas. Entre mayo de 1891 y julio de 1892 robaron cuatro trenes en el Territorio Indio obteniendo un botÃn que no superaba unos pocos de cientos de dólares.
El 15 de julio de 1892 dieron un gran golpe en Adair (Oklahoma), cerca de Arkansas, siendo el mayor éxito conseguido hasta la fecha. Bob dio un paso más, y organizó el atraco del First National Bank y el Condon Bank, de forma simultánea junto a sus hermanos y tres cómplices. Ambos bancos se encontraban en Coffeyville, lugar del que era conocedor Bob desde su juventud. Pero un vecino les reconoció y dio la voz de alarma, a pesar de que llevasen barbas postizas.