El Domsday Book, traducido en ocasiones como Libro del Juicio Final o de manera más precisa como Libro del dÃa de cuentas, debe ser considerado como una magna obra, primera en el Medioevo, mandada elaborar por el nuevo rey normando de Inglaterra Guillermo I el Conquistador con el objetivo de obtener un conocimiento exacto de los recursos de su reino.
En realidad se trató de un moderno y exhaustivo catastro conocido como Registro del Gran Catastro que no era una simple encuesta estadÃstica emprendida sin finalidad alguna, sino un inventario de todos los recursos de los que podrÃa disponer Guillermo. Un registro asÃ, con tan amplio alcance y con el gigantesco esfuerzo que implicó su recopilación, no se habÃa elaborado desde las mejores épocas del Imperio Romano.
El Domsday Book de Guillermo el Conquistador (El Libro del Juicio Final)
Según la Crónica anglosajona, en el año 1085 el rey reunió un consejo en Gloucester, quejándose ante sus hombres del exiguo resultado de la recaudación del Danegeld, impuesto que se habÃa establecido en época de las invasiones de noruegos y daneses. Entonces decidió que los barones, en misión de comisarios especiales, marchasen por todo el reino, preguntando bajo juramento al sheriff del shire, a todos los barones, a los sacerdortes, a los reeves y a seis villanos de cada pueblo, cómo se llamaba el castillo, quién lo ocupaba en tiempos del rey Eduardo, quién lo ocupaba en ese momento, cuántos hides de terreno incluÃa, cuántos arados habÃa, el número de villanos y hombres libres, cuántos socmen, cuántos bosques, praderas, molinos, zonas de pesca.
Si bien las estadÃsticas se habÃan elaborado en época de los reyes sajones, la encuesta del rey normando se distingue por su extraordinaria meticulosidad. Ni el hombre más asilado escapa a los investigadores del Conquistador.
Los cambios afectaron a todos los órdenes de la vida y la sociedad inglesas a partir de entonces. Lo más importante fue la transferencia de la tierra y el poder de manos de los lores ingleses a los normandos bajo el sistema feudal, siguiendo el modelo de NormandÃa. El rey Guillermo, auténtico dueño de todos los dominios, concedió en feudo muchos territorios a cambio de los deberes y derechos habituales, sobre todo la prestación de servicio militar a caballo en la guerra. Los caballeros normandos eran feudatarios del rey, pero los sajones sólo podÃan obtener un puesto en los rangos inferiores de esta jerarquÃa feudal, ya que en su mayor parte quedaban absorbidos por los colonos procedentes del continente. Precisamente para lograr consolidar este régimen es por lo que Guillermo ordenó la creación del mencionado Domsday Book.
Los funcionarios que realizaron el registro hicieron el trabajo de tasadores patrimoniales definitivos, puesto que las valoraciones que se asentaron en el libro sirvieron de base para la imposición de tributos fiscales, siendo inapelables. En el Domsday el inventario se clasificó por feudos y no según la geografÃa o los topónimos anteriores. En lugar de las centurias, municipis o distritos romanos, los territorios romanos, los territorios se designaron por baronÃas o por los nombres de aquellos que recibieron las tierras de la Corona. Además de las propiedades rurales, que fueron la mayorÃa de las registradas, aparecÃan informes de gran interés sobre numerosas ciudades a causa de los gravámenes que les imponÃa la hacienda real. Como buena parte de los impuestos que cobraba la Corona eran en especie, se registraron gran número de datos sobre las actividades de los contribuyentes censados.
En cada condado el catálogo comienza con las posesiones del rey. A continuación están las propiedades inmuebles y los inventarios patrimoniales del clero y de las órdenes religiosas. El tercer lugar es para los barones, señores que encabezaban sus señorÃos. El cuarto para las mujeres, los servidores reales y los adjudicatarios. En el libro se encuentran informaciones alusivas a la polÃtica y la vida social, cultural y eclesiástica, pero también muchas palabras incomprensibles.
Autor: Luis Pueyo para revistadehistoria.es
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