Impasibles al paso del tiempo enormes piedras salpican el paisaje de ciertas regiones de Europa, desde las húmedas y frescas costas atlánticas hasta las soleadas y calurosas islas mediterráneas. Parece que siempre han estado ahí, pero no.
Esos enormes bloques pétreos, a primera vista en mitad de la nada, fueron erguidos, colocados y ordenados de una u otra manera, pero siempre con la intención de ser vistos y, quizás en un alarde de arrogancia, eternos.
El Fenómeno megalítico en Europa
Estos monumentos fueron erguidos en épocas remotas, abarcando las etapas denominadas Neolítico, Calcolítico e incluso el comienzo de la edad de Bronce en ciertas regiones europeas. El apogeo del fenómeno megalítico lo encontraremos alrededor del 2000 a.C. con una gran variedad y multitud de monumentos repartidos por Europa.
Pero, ¿Para qué servían?
Se intuye cierta cohesión y organización social para poder erguir tales monumentos; hace falta tiempo e inversión de trabajo, y para esto es necesario tener las necesidades básicas bien cubiertas para que estos grupos humanos dediquen su esfuerzo a este tipo de actividades.
Ya visto para que servían estos lugares pasamos a ver los diferentes tipos de estructuras. A modo general los podemos clasificar en dos categorías:
- Dolmen: quizás el más común y característico del fenómeno megalítico. Con un periodo de utilización desde el Neolítico y Calcolítico; Se destinan a enterramientos colectivos, en estas tumbas se enterraban a varios individuos, lo cual no quiere decir que todos fueran enterrados a la vez, si no que estas serian reutilizadas durante generaciones.
Los dólmenes están formados por una cámara principal o funeraria, delimita el espacio grandes lajas de piedra clavadas verticalmente en la tierra para posteriormente colocar una gran losa. Estas piedras que forman la cámara funeraria pueden aparecer decoradas bien con motivos grabados o pintados. Los motivos representados son variados (geométricos, antropomorfos, zoomorfos, etc.) y se relacionan con el carácter de la estructura (religioso, funerario o simbólico).
Pueden aparecer de forma aislados o bien como enterramientos colectivos, los cuales llegan a formar verdaderos cementerios.
Este tipo de estructura la encontramos dispuesta de diferentes modos:
Tipo básico: una única cámara cubierta por un túmulo
Galería cubierta: cámara alargada a modo de pasillo, sin diferenciación de espacios.
Sepulcro de corredor: se accede a través de un pasillo el cual va a parar a la cámara funeraria.
Estos tres tipos expuestos son los más comunes, si bien existen multitud de variantes regionales.
Patroclo
06/06/2021 @ 09:36
Muy interesante como la sociedad ya una vez cubiertas sus necesidades podía dedicar su esfuerzo a contruir estos lugares de culto para reforzar sus creencias