Las mujeres que formaban el entorno familiar del soberano se englobaban bajo tres sencillos títulos: La “gran esposa del rey”, “las esposas del rey” y “la madre del rey”.
Escucha el Podcast de este artículo:
La Gran Esposa Real
La Gran Esposa Real porta el uraeus (la cobra) y dos coronas: el “tocado de buitre”, un gorro con su corta cola en la nuca, las alas colgando a ambos lados del cráneo y un pequeño cuello ondulado con la cabeza del animal en el extremo, coronando la frente de la reina, y un soporte circular sobre el que hay dos plumas de halcón. Posteriormente, se incorporaron los cuernos de vaca de la diosa Hathor y el disco solar de Ra.
Sus funciones
Además de proporcionar un heredero a la corona, eran consejeras del rey, tanto en política interior como exterior ejerciendo incluso misiones diplomáticas. Desempeñaban también labores religiosas, participando en el culto de Amón, siendo consideradas como la encarnación de la diosa Mut y representando el drama de Isis tras la muerte del faraón, preparando el cuerpo de este y contribuyendo a su resurrección en el mundo eterno.
Faraonas importantes
Diferente es el caso de Hatshepsut, que poseía todos los requisitos legales para reinar y el trono carecía de un heredero más directo que ella. Obligada a casarse con Tutmosis II y siendo nombrada regente tras su muerte, decidió reinar en solitario, eliminando de su nombre todas las desinencias femeninas y enriqueciendo el país tras sus 22 años de reinado. Abandonada por sus seguidores, a su muerte su nombre fue borrado de todos los lugares en que fue posible e incluso su tumba se dejó incompleta.
En cuanto a Nefertiti, fue una mujer rodeada de misterio desde sus orígenes pero con un destacado papel social y político como esposa del faraón hereje, Akenatón. En las representaciones artísticas de la pareja ambos aparecen juntos y del mismo tamaño, en muchas ocasiones rodeados de sus 6 hijas, y ella con su característica corona azul.
Tres años antes de la muerte del faraón, Nefertiti desapareció del mapa para siempre, de los textos, de las imágenes esculpidas… a día de hoy se sigue buscando, sin éxito, su tumba, si bien se afirma que a la muerte del rey ella gobernó como faraón bajo el nombre de Ankhe(et)kheperure Neferneferuatón.
Por último, Cleopatra VII (69 a.C. – 30 a.C.), perteneciente a los Ptolomeos, heredó el trono de su padre en una situación económica y política complicada, con Egipto convertido en protectorado romano.
Se casó con su hermano pequeño, más tarde con otro de sus hermanos y posteriormente con su hijo Ptolomeo XV César (Cesarión). Tras el asesinato de este y la posterior guerra civil en Roma, mantuvo una relación amorosa con Marco Antonio, con quién tuvo dos hijos gemelos gemelos, Cleopatra Selene II y Alejandro Helios, y un tercero llamado Ptolomeo Filadelfo.
Unos años después Marco Antonio es acusado de traidor, despojado de su derecho de ciudadanía romana y se le declaraba la guerra a Cleopatra. Tras la derrota en Actium se extingue su poder y empieza su leyenda negra, el misterio de su muerte y la incógnita de su lugar de enterramiento.
Los harenes de la Corona
Existían en diversas ciudades y son lo que podríamos denominar una “corte” de la que formarían parte tres grupos de mujeres: las de la familia real, las damas de compañía de la reina y las esposas de los funcionarios, además de las Khener o “adornos del rey” que cumplían funciones relacionadas con la música y los ritos hathóricos. Allí residían también las nodrizas, las neferut o Bellezas vivas del Palacio e incluso parientes ancianos de la familia real. Se educaban los hijos reales y se produccían tejidos, objetos de tocador, madera, marfil y cristal. Contaban también con un un jefe de Administración, un adjunto, escribas, inspectores y funcionarios, artesanos y servidores.
Las damas de la alta sociedad representaban el ideal físico femenino, de piernas largas y delgadas, esbeltas, espigadas y de pecho erguido, con el pelo largo y una cinta alrededor de la cabeza que podía ser de oro con decoración floral. Era frecuente que llevasen juegos de mechones trenzados u ondulados, pelucas, cintas y flores. El color negro de la peluca contrastaba con las elegantes caídas del blanco lino plisado y, en muchas ocasiones, transparente, de los vestidos, de líneas simples y anchas mangas, que llegaban hasta el suelo; durante los Reinos Antiguo y Medio solían ir sujetos por dos anchos tirantes y a veces iba cubierto por un manto del mismo estilo. El único toque de color lo aportaba el ceñidor.
Las más acomodadas llevaban unas sandalias sujetas con correas de cuero, adornadas con incrustaciones de cuero o florecillas de oro. Y acababan el atuendo con adornos de joyas y maquillaje, en principio verde y después negro, para resaltar los ojos.
La madre real
Era un papel sumamente importante: ejercía una gran influencia sobre el heredero en su juventud, desempeñaba la regencia, y tras su muerte eran inhumadas en sepulturas preparadas según los ritos, en las que el mobiliario funerario cobraba gran importancia.
Autora: Yolanda Barreno, colaboradora del Podcast “El Abrazo del Oso” para revistadehistoria.es
Lee más sobre la autora en: https://blognosololiteratura.blogspot.com/
Escucha el Podcast de este artículo:
¡Apoya a “El Abrazo del Oso” en Patreon!
¿Eres Historiador y quieres colaborar con revistadehistoria.es? Haz Click Aquí
Bibliografía:
ASIMOV, I. “Historia de los egipcios”, Madrid. Ediciones del Prado S.A., Alianza 1993.
PARRA, J.M. “La vida cotidiana en el antiguo Egipto”. La esfera de los libros. 2015
Parte Foto de Portada:
De Desconocido, CC BY-SA 1.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=47062
De Postdlf, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=895004
Viajes y turismo en el Antiguo Egipto - Revista de Historia
12/05/2020 @ 10:45
[…] actividad del turismo y los viajes era ya muy conocida en el Antiguo Egipto. Se sabe que estos viajaron de forma muy extensa por, principalmente, la zona de Siria, Fenicia, […]