La Guerra Civil española es la peor tragedia ocurrida en la España Contemporánea, no sólo porque sumiera al país en una dictadura de corte fascista durante casi cuarenta años, sino por la guerra, porque las diferencias ideológicas desembocaron en una situación donde la diplomacia es sustituida por una guerra que se extendería durante tres largos años de penurias, derramamiento de sangre y brutal represión posterior.
Esta contienda llamó la atención del resto de potencias occidentales, generando toda clase de expectaciones a escala internacional. Este interés es suscitado debido a la naturaleza de los contendientes del conflicto, ya que se daban las tres posibilidades políticas que en estos momentos se disputaban la supremacía en Europa.
Esto se ha resumido utilizando los conceptos de: Reforma, Reacción y Revolución, que harían alusión a los tres protagonistas respectivamente, quienes durante los años previos a la guerra no habrían tenido el poder suficiente como para imponerse claramente a los otros dos, lo que acabaría desembocando en el conflicto bélico. El hecho de que la Guerra Civil reuniese en un territorio europeo a estos contendientes hace que el resto de mundo se fijase en España.
La guerra civil española en el contexto internacional
Europa se encontraba en una paz tensa que respondió a la guerra en España de manera vacilante y diversa. Francia se vio moralmente obligada a ayudar a España, donde había triunfado un régimen similar al suyo, incluso aprobó en un principio la venta de armas a la República; Inglaterra prefirió no actuar a favor de ninguno de los bandos; y las potencias fascistas no dudaron en ayudar a Franco suministrándole armamento y soldados. Del mismo modo actuaría la Unión Soviética para con el bando republicano, al que también proporcionaría armamento. Pero estas ayudas en ningún caso fueron gratuitas, ya que los republicanos utilizaron las reservas de oro del Banco de España como pago (el famoso Oro de Moscú), mientras que Franco se endeudó para poder obtener dichos recursos.
La clave está en por qué los países europeos demócratas no ayudaron inmediatamente a la República. En primer lugar hay que mencionar esa paz tensa que Europa atravesaba, a lo que se puede unir la explicación del miedo a que tenía Francia de emprender una acción en solitario. Además, los británicos tenían sus propios intereses temiendo que el tráfico de exportaciones que recibía de España se parase, estando además inmersa en un complejo acuerdo diplomático con Italia. En base a esto, se decidió realizar el Acuerdo de No Intervención, en el que todos los países firmantes, se comprometían a no intervenir en España por ninguno de los bandos procurando mantener el conflicto dentro de las fronteras españolas para que no sirviera como pretexto de una nueva guerra mundial. Sin embargo, esta medida fue constantemente saboteada por Italia y Alemania, haciendo la URSS lo propio con el bando republicano, desde donde se había organizado una campaña para enviar a España ayuda en forma de voluntarios que quisieran luchar contra el fascismo, las Brigadas Internacionales en las que se alistaron voluntarios de varios países, y que igualaron la diferencia de fuerzas entre la República y los sublevados.
Por tanto, a pesar de los esfuerzos, el conflicto se internacionalizó y la opinión pública internacional se dividió, estando la mayoría de los intelectuales de todo el mundo estaba a favor la República, lo que se demostraría con el bombardeo de Guernica. No obstante, el comunismo es utilizado como excusa por todas las potencias implicadas para actuar de una forma u otra en España. Para concluir, se podría acusar al gobierno británico de hipócrita, pero también habría que comprender su intención de mantener la paz y sus intereses económicos y estratégicos. Lo mismo puede decirse de Francia y su No Intervención Relajada, que no ayudó de una manera más efectiva a la República por miedo, o de los Estados Unidos, que no ayudaron por el temor bolchevique y por su aislacionismo del que prescindiría para participar en la II Guerra Mundial. Por otra parte, la ayuda de Stalin implicó al mismo tiempo la prueba que buscaban los sublevados de que la República era un régimen comunista. Irónicamente, la Unión Soviética ayudó a Franco a que se confirmara la idea de una implicación soviética en España, frenando o dando una excusa al resto de potencias democráticas para no tener que intervenir en España.
Autor: Víctor L. Melián Brito para revistadehistoria.es
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Bibliografía
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MORADIELLOS, E. La perfidia de Albión. El Gobierno británico y la guerra civil española. Madrid: Ed. Siglo Veintiuno. 1996.
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03/11/2016 @ 16:24
Llamar demócratas a los presidentes de la republica durante la guerra: Largo Caballero que se hacía llamar el Lenin español y a Negrin comunista reconocido, no se ajusta a la realidad. Los generales del otro bando no eran fascistas ni de lejos, de la falange tan solo era Yague y Muñoz Grandes que por entonces ni eran generales. Los generales sublevados eran republicanos de derechas, algún carlista y, sobre todo, monarquicos. Hay mayor prueba de que eran monarquicos que la herencia borbónica que Franco nos dejó?
04/11/2016 @ 10:48
Llamar demócratas altos presidentes de la Republia durante la Guerra Civil: Largo Caballero, que se hacía llamar el Lenin español y Negrin, comunista reconocido (eldel oro de Moscú), no se ajusta en absoluto a la realidad. Los generales del otro bando no eran “fascistas” ni de lejos, de la falange tan solo eran Yague y Muñoz Grandes, que por entonces, ni eran generales. Los generales sublevados eran republicanos de derechas (Queipo y Cabanellas) y, sobre todo, monarquicos. Franco nunca fue falangista y nunca gobernó como falangista (tuvo algún ministro, sobre todo cuando la Segunda Guerra Mundial estaba sin decidir), tuvo gobiernos de derechas con política liberal. Y Franco, sobre todo, era monarquico. Hay mayor prueba de ello que la herencia borbónica que nos dejó?
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06/07/2020 @ 12:05
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