El padre de Popea Sabina, Tito Olio, era un hombre de rango ecuestre, una clase social en la antigua Roma justamente por debajo del rango senatorial. La madre de Popea, también llamada Popea Sabina, era muy rica y tenía conexiones con la nobleza. Sin embargo, en términos de ascendencia familiar y lazos directos con figuras políticas notables, no hay evidencia histórica concluyente que vincule a Popea Sabina directamente con Pompeyo el Grande. Es posible que el vínculo de Popea Sabina con la familia Pompeya provenga de su madre, pero los detalles exactos son inciertos.
Popea Sabina: belleza, ambición y tragedia en la corte de Nerón
Popea se casó por primera vez con Rufo Crispino, un funcionario de la antigua Roma que sirvió como comandante de la Guardia Pretoriana durante el reinado del emperador Claudio. Popea y Crispino tuvieron un hijo juntos, también llamado Rufo Crispino. Sin embargo, su matrimonio con Crispino no duró mucho acabando en divorcio.
En el año 58 d.C., Popea se casó con el futuro emperador Otón, un aliado cercano de Nerón. Marco Salvio Otón (en latín, Marcus Salvius Otho) fue emperador del Imperio Romano desde enero a abril del año 69 d.C. Su breve reinado de tres meses se produjo durante el tumultuoso Año de los Cuatro Emperadores, en el que él mismo, Galba, Vitelio y Vespasiano se disputaron el control del imperio.
Después del divorcio, Otón fue nombrado gobernador de la provincia de Lusitania (actual Portugal), cargo que desempeñó durante una década. A la muerte de Nerón en el 68 d.C., Otón apoyó a Galba para que se convirtiera en emperador. Sin embargo, cuando se hizo evidente que Galba prefería a otro como su sucesor, Otón se rebeló y fue proclamado emperador por sus soldados en enero del 69 d.C. Galba fue asesinado poco después, dejando a Otón como el nuevo emperador de Roma.
El reinado de Otón fue breve. En abril del 69 d.C., Vitelio, el gobernador de la provincia germana, marchó sobre Roma. A pesar de una feroz resistencia, las fuerzas de Otón fueron derrotadas en la Primera Batalla de Bedriaco. En lugar de huir o luchar hasta el final, Otón decidió quitarse la vida para evitar más derramamiento de sangre. Su muerte dejó a Vitelio como el emperador de Roma, aunque este también sería derrocado y asesinado más tarde en ese mismo año.
Fue durante este segundo matrimonio que Popea atrajo la atención del emperador Nerón. De acuerdo con los historiadores romanos Tácito y Suetonio, Popea era una mujer de extraordinaria belleza y ambición, que utilizó su encanto y astucia para manipular a los hombres de poder.
Matrimonio con Nerón
En el año 62 d.C., Popea se casó con Nerón y como emperatriz, Popea ejerció una considerable influencia en la corte de Nerón. Según los historiadores romanos, ella intervino en una serie de decisiones políticas y judiciales, lo que provocó resentimiento y oposición entre la nobleza y el senado romanos. Sin embargo, Nerón dependía cada vez más de su consejo y apoyo.
Una vez casada con Nerón, Popea supuestamente instigó el divorcio y la eventual ejecución de la primera esposa de Nerón, Claudia Octavia. Popea acusó falsamente a Octavia de esterilidad e infidelidad, lo que resultó en su exilio y posterior asesinato.
Según algunas fuentes, Popea ejerció una fuerte influencia sobre Nerón y lo persuadió para que tomara varias decisiones, incluyendo la ejecución de su propia madre, Agripina la Menor, y el asesinato de su antiguo mentor y consejero, el filósofo Séneca.
Popea se ha asociado con un interés y simpatía hacia el judaísmo, e influenció a Nerón para que tomara decisiones favorables a la comunidad judía en el Imperio Romano.
Popea Sabina murió en el año 65 d.C., bajo circunstancias bastante trágicas y algo confusas. Según las fuentes históricas, particularmente las de Tácito y Suetonio, Popea murió a causa de una violenta discusión con Nerón, que la golpeó y le causó graves lesiones.
El historiador romano Tácito describe en sus “Anales” que Nerón, en un arrebato de furia, pateó a Popea, quien estaba embarazada en ese momento, lo que resultó en su muerte. Sin embargo, algunos historiadores cuestionan la veracidad de este relato, argumentando que Tácito y otros escritores contemporáneos a menudo estaban predispuestos contra Nerón y tendían a describirlo de la manera más negativa posible.
Independientemente de las circunstancias exactas de su muerte, la pérdida de Popea fue un golpe para Nerón. Según Suetonio, Nerón mostró un gran luto tras la muerte de Popea, ordenó que se le diera un funeral extravagante y proclamó su deificación.
En la perspectiva histórica, la muerte de Popea marcó el comienzo del declive final de Nerón. Sin la influencia estabilizadora de Popea, Nerón se volvió cada vez más errático y su reinado se volvió cada vez más autocrático, lo que finalmente condujo a su caída y suicidio en el 68 d.C.
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