Nacido en Roma en el año 83 a.C, Marco Antonio era miembro de una familia patricia distinguida pero no rica. Durante su juventud, recibió una educación completa que abarcaba tanto las artes militares como la literatura y la oratoria. A los 15 años, perdió a su padre, lo que supuso un gran golpe para él y su familia.
La vida de Marco Antonio
A lo largo de la Guerra de las Galias, Marco Antonio lideró varias batallas importantes y fue fundamental en la victoria final de César sobre los galos en el año 51 a.C. En particular, se destacó en la Batalla de Alesia en el año 52 a.C, donde lideró una de las fuerzas que sitiaron la fortaleza galo-romana.
Alesia
César decidió asediar la ciudad, construyendo una línea de fortificaciones alrededor de ella para evitar que Vercingétorix recibiera refuerzos. Sin embargo, los galos lograron enviar un mensaje a las tribus vecinas, llamando a la ayuda y movilizando un gran ejército para liberar la ciudad. Ante la inminente llegada de los refuerzos galos, César decidió construir una segunda línea de fortificaciones para proteger su propio campamento del ataque enemigo. Después de varios días de intensos combates en los que destacó Marco Antonio, las fuerzas romanas lograron repeler los ataques galos y mantener sus posiciones.
Finalmente, las fuerzas romanas lograron la victoria cuando las tropas de refuerzo galas fueron derrotadas en un enfrentamiento decisivo fuera de las fortificaciones de Alesia. Vercingétorix se rindió ante César y fue llevado a Roma como prisionero, donde fue ejecutado seis años después.
La participación de Marco Antonio en la Guerra de las Galias le valió una gran reputación como un líder militar exitoso y un hombre de confianza de César, sin embargo la personalidad de Marco Antonio provocaba problemas continuos, tanto que irritaba al propio César. Después de la victoria de César, se convirtió en un importante político en Roma gracias a la influencia de su padrino político y cuando César se convirtió en dictador en el año 44 a.C, Marco Antonio fue nombrado como uno de sus lugartenientes.
Dictadura y asesinato de César
Marco Antonio jugó un papel importante en la implementación de las políticas de César y en la consolidación del poder del dictador. Sin embargo, el papel de Marco Antonio en la dictadura de César también lo hizo impopular entre algunos de los políticos romanos. Esto se hizo evidente el día del asesinato de César en el año 44 a.C, cuando Marco Antonio se encontraba en el Senado y fue testigo del asesinato.
Después de la muerte de César, Marco Antonio huyó de Roma para evitar ser asesinado, pero luego regresó y pronunció un discurso en el funeral de César, que conmocionó a los ciudadanos de Roma y contribuyó a la posterior lucha por el poder entre los líderes políticos romanos y que lo llevó a estar en el centro del poder político en Roma. Además, su relación con César lo preparó para futuras alianzas políticas y militares, incluyendo su papel en el Segundo Triunvirato y su posterior lucha por el poder con Octavio.
Tras el asesinato de César en el año 44 a.C, Marco Antonio se unió a la lucha por el poder que se desató entre los principales líderes políticos de Roma. En esta lucha, Marco Antonio se unió a la alianza con Octavio (futuro emperador Augusto) y Lépido, en lo que se conoce como el Segundo Triunvirato.
La guerra de Módena
Cuando Marco Antonio se dispuso a tomar el mando de la Cisalpina, Décimo Junio Bruto Albino se negó a entregársela, refugiándose en Mutina, una ciudad que Antonio comenzó a sitiar.
Sin embargo, el Senado romano no tardó en aprobar la conducta de Bruto, y Antonio fue declarado hostis rei publicae, enemigo del Estado. Fue entonces cuando Octavio, en calidad de propretor, llegó con los cónsules Aulo Hircio y Cayo Vibio Pansa en ayuda de los sitiados y derrotó a Antonio en Forum Gallum y en Mutina en abril de 43 a.C.
No obstante, la muerte de ambos cónsules en la batalla aumentó el recelo del Senado hacia Octavio, quien, irritado ante la negativa del Senado para concederle un triunfo, entró en Roma con ocho legiones bajo su mando y obligó al Senado a otorgarle el consulado en agosto del mismo año. Consiguió la promulgación de una lex curiata que confirmó la adopción que hiciera César, pasando Octavio a llamarse Cayo Julio César Octaviano.
Mientras tanto, Décimo Bruto huyó en pos de Marco Bruto hacia Macedonia al comprender que no figuraba en los planes de Octaviano, pero fue asesinado durante el viaje. Por su parte, Antonio escapó a la Galia Cisalpina, donde realizó un intercambio con Lépido y marchó hacia Roma con una gran fuerza de infantería y caballería, preparado para enfrentarse a Octavio y tomar el control del poder.
El surgimiento del Segundo Triunvirato
El avance del ejército de Marco Antonio hacia Italia en el año 43 a. C. trajo consigo un giro en la política romana. Consciente de que los asesinos de César acechaban en Macedonia, esperando una oportunidad para atacar al vencedor, Octaviano decidió finalmente traicionar al partido senatorial y sellar una alianza con Antonio y Lépido. En la histórica reunión de Bononia, que tuvo lugar el 11 de noviembre de 43 a. C., los tres líderes militares adoptaron el título de Triunviri rei publicae constituendae, convirtiéndose en gobernantes colegiados con potestad consular.
En el marco de esta alianza, se acordó la división del mundo romano entre los tres triunviros: la Galia Cisalpina fue adjudicada a Antonio, Hispania y la Galia Narbonense a Lépido, y África, Cerdeña y Sicilia a Octaviano. Para fortalecer aún más la alianza, Octaviano se casó con Clodia, la hijastra de Antonio. La Lex Titia, aprobada por la Asamblea el 23 de noviembre de 43 a. C., otorgó virtualmente todos los poderes a los triunviros durante un periodo de cinco años.