Icono del sitio Revista de Historia

La batalla de Actium: una victoria de marketing mas que militarmente decisiva

La batalla de Actium: una victoria de marketing mas que militarmente decisiva

Sólo un triunvirato separa la muerte de César de la batalla de Actium. En el año 43 AC Octavio, Marco Antonio y el banquero Lépido eran los hombres mas poderosos del mundo, sin embargo Lépido apenas era una sombra en el auténtico duelo en la cumbre entre Octavio y Marco Antonio.

Mientras Octavio permanecía en Roma llevando una vida recta e intachable, Marco Antonio marchó a oriente, donde se enamoró de Cleopatra, la reina Egipcia que a sus 28 años estaba en su apogeo como mujer y reina. Juntos vivieron en la opulencia y el lujo, cosa que Octavio aprovechó para iniciar una campaña de calculadas calumnias que finalmente consiguió irritar al Senado de Roma y declarar la guerra a Egipto.

Octavio tomó la iniciativa partió con su ejército para llevar la guerra fuera de Italia, y atacó a Marco Antonio en la costa occidental de Grecia en el año 31 AC. El control de los mares era fundamental para ambos, ya que Octavio necesitaba atacar Egipto y Marco Antonio invadir Italia.

La Batalla de Actium

La flota de Marco Antonio y Cleopatra se encontraba en el golfo de Ambracia, una gran bahía cerrada por un estrecho canal, en la ciudad de Actium. Octavio, hábilmente estableció a su ejército en la loma septentrional del canal, cortando las vías de suministro de Marco Antonio y Cleopatra, hasta el punto de que sólo podían o huir por tierra con el ejército abandonando la flota, o por mar abandonando el ejército.

Cleopatra presionó a Marco Antonio para poner rumbo a Egipto con la flota, y al final accedió, a pesar de ser un mucho mejor comandante de tropas terrestres que navales.

La flota de Antonio salió a la mar, con órdenes de que su flanco derecho, a las órdenes de Lucio Gelio Publicola, y a las de su flanco izquierdo, al mando de Cayo Sosio, de intentar alejarse del centro, en la esperanza de obligar al enemigo a ir tras ellos.

La treta surtió efecto, y a través del hueco que quedó en el centro de las líneas de Octavio, el escuadrón de barcos de Cleopatra pudo deslizarse por el hueco creado, con los barcos mercantes cargados con su tesoro real.

Si embargo, pronto Publicola fue derrotado, y los barcos de Antonio se dirigieron hacia el flanco derecho, quedando Marco Antonio atrapado en su buque insignia. En ese momento Marco Antonio decidió pasar a un barco mas pequeño y veloz y se dispuso a alcanzar a Cleopatra, pudiendo escapar con casi 70 barcos.

La acción de Antonio desmoralizó a sus tropas. Su ejército terrestre intento retirarse desde Actium hacia Macedonia, pero cuando fueron alcanzados por las tropas de Octavio, y teniendo en cuenta la huída indigna e indecorosa de Marco Antonio, decidieron negociar un conveniente cambio de lealtad…

El Marketing de Actium

Dejando aparte que la vergonzosa actitud de Marco Antonio abandonando a sus tropas en pos de su amada no era la mejor manera de ganar una batalla, Octavio aprovechó su victoria, que en lo militar tampoco es que fuese muy decisiva, para presentar la batalla de Actium como un triunfo de lo occidental, representado por Roma, sobre lo Oriental, representado por Marco Antonio y Cleopatra, un triunfo “justo”, en el que la virtud romana prevaleció sobre la depravación oriental.

La estratagema funcionó, pues la derrota no era decisiva, ya que  Marco Antonio aún disponía de 11 legiones a su mando, pero el marketing de Octavio hizo que cambiasen de bando, al no querer las legiones mancillar su honor a las órdenes de un falto de honor e indigno Marco Antonio, capaz de abandonar a sus tropas para esconderse en las faldas de una sátrapa oriental.

De alguna manera, la batalla de Actium, en realidad fue un enfrentamiento con visos de “honradez” para justificar la huída de Marco Antonio y Cleopatra, donde finalmente se suicidarían. Y en ese sentido marketiniano de Octavio, sí que fue un auténtico triunfo, ya que inauguró 500 años de dominio de Roma y sus emperadores sobre el Mare Nostrum, no en vano la fecha de la batalla es señalada como el fin de la República Romana y el inicio del Imperio.

Octavio aposentó su poder sobre esta victoria, siendo loado por “sus” escritores afinescomo por ejemplo Virgilio, que en La Eneida escribió sobre la batalla:

La reina en el centro convoca a sus tropas con el patrio sistro, y aún no ve a su espalda las dos serpientes. Y monstruosos dioses multiformes y el ladrador Anubis empuñan sus dardos contra Neptuno y Venus y contra Minerva. En medio del fragor Marte se enfurecen hierro cincelado, y las tristes Furias desde el cielo, y avanza la Discordia gozosa con el manto desgarrado acompañada de Belona con su flagelo de sangre.

Incluso William Shakespeare narró la batalla en su tragedia “Marco Antonio y Cleopatra”, donde Cleopatra es representada como vana e histriónica y en la que Marco Antonio llega a decir:

“Esta falsa egipcia me ha traicionado”,

en quizás un vano intento de Shakespeare de dar a Marco Antonio una grandeza de la que probablemente siempre careció.

¿Eres Historiador y quieres colaborar con revistadehistoria.es? Haz Click Aquí

Suscríbete a Revista de Historia y disfruta de tus beneficios Premium

LA BAtalla de Actium

Salir de la versión móvil