El origen de las doce uvas de Nochevieja

Las doce uvas de Nochevieja son hoy en día una tradición muy arraigada en España, así como en México, Venezuela, Bolivia, Perú, Chile, Colombia y Costa Rica. Sin embargo, esta tradición tan asimilada por todos nosotros apenas tiene un poco mas de 120 años de antigüedad.

La primera referencia a las doce uvas de Nochevieja

El 2 de enero de 1894 el diario “El siglo futuro” incluyó este artículo mencionando al diario a “El imparcial” titulado “Las uvas bienhechoras”, en el que buscaba el orígen de esa costumbre en Francia.

Parece ser que la tradición se copió de los aristócratas franceses y alemanes, que comían doce uvas en Nochevieja, una por cada mes del año, y bebían Champagne, por parte de las clases altas burguesas españolas, así que los ciudadanos corrientes y molientes de Madrid, empezaron a burlarse de esa costumbre tomando las uvas en la Puerta del Sol mientras escuchaban las campanadas del cambio de año y poco a poco, la costumbre fue calando también.

Así, el 31 de diciembre de 1897, nuevamente el diario “El Imparcial”, publica este artículo en el que se habla de “las uvas Milagrosas” como una forma de obtener la dicha en el nuevo año.

Ya en 1903 se comían las doce uvas de Nochevieja en Tenerife, saltó también hacia américa por la afinidad cultural e idiomática y poco a poco la tradición se fue extendiendo por todo el resto de la geografía peninsular, reforzada por unos avispados agricultores levantinos, que en 1909 dieron un impulso definitivo a la nueva tradición al popularizarla para aprovechar el excedente de producción de la cosecha de uva de ese año en Almería, Murcia y Alicante, vendiéndolas como “Uvas de la Suerte”.

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