El barranco del lobo. El Desastre que augura Annual

Muchas veces hemos oído hablar de la Guerra de Melilla, la Guerra de África o Guerra del Rif. También nos puede sonar el “desastre de Annual” o “el desembarco de Alhucemas”, sin embargo “El desastre del Barranco del Lobo” es menos conocido aunque en la historiografía comienza a vislumbrarse como una acción importante dentro de la Guerra de Melilla, una acción en la que los españoles son derrotados por las tropas rifeñas de Marruecos.

El 27 de Julio de 1909 las tropas españolas son derrotadas por los rifeños en esta zona, cercana a Melilla, conocida como El Barranco del Lobo. Una imagen de la tragedia nos podemos hacer al oír estas estrofas de la canción popular “En el barranco del lobo”:

En el Barranco del Lobo/ hay una fuente que mana/ sangre de los españoles/ que murieron por la patria. (…)/ Melilla ya no es Melilla, / Melilla es un matadero/ donde van los españoles/ a morir como corderos.

Antecedentes a el barranco del lobo.

Tras el Desastre del 98, España entró en el siglo XX como una potencia de “segunda”, aislada y recogida internacionalmente, un país que había perdido su imperio ultramarino y que ahora dependía de las potencias europeas, sobre todo de Inglaterra y Francia. En este contexto, el gobierno español decide ejercer en Marruecos una influencia mayor para devolver a España el prestigio internacional perdido.

La región montañosa de Marruecos en el Rif era considerada zona de influencia española tras el tratado firmado entre España y Francia en Octubre de 1904. En ese mismo año, Francia e Inglaterra habían firmado el pacto de la Entente Cordiale, alianza que se materializará como efectiva en la I Guerra Mundial en 1914. La alianza con Inglaterra hizo posible la firma de varios tratados entre Francia y el sultán de Marruecos Abd al-Aziz mediante los cuales este concedía poderes a Francia para lo que más tarde serie el régimen de protectorado.

Esta zona de Marruecos nunca había sido gobernada efectiva y ordenadamente y los rifeños no se implicaron en los pactos que hubiera con Francia y España. Además, desde 1903 una parte del Rif se encontraba dominada por las cabilas de Bu Hamara (“el del burro”) que imponían su autoridad.

Con el tiempo, se descubre que la zona controlada por las cabilas era un territorio rico en minas de plomo y hierro. Así, en 1907 Bu Hamara concede a franceses y españoles la explotación de estas, destacando la Compañía Española de Minas del Rif, propiedad en su mayoría de la familia del conde de Romanones.

Debido a estas concesiones, las cabilas se opusieron desde el principio a la presencia extranjera para la explotación de estos recursos y expulsan del poder a Bu Hamara, al que consideraban traidor, que morirá días después. A finales de 1908 comienzan los primeros hostigamientos contra los españoles que allí trabajaban. En este sentido, las obras quedaron temporalmente paralizadas a la par que las compañías reclamaron al gobierno conservador de Maura más presencia de tropas españolas en Melilla que velaran por la seguridad de los españoles.

La muerte de Bu Hamara dejaba a España sin mediador entre esta y los rifeños haciéndose, con ello, la situación más tensa.

Así el 7 de junio de 1909 se reanudaban las obras en las minas y en la construcción del ferrocarril, todo ello sin el consentimiento del sultán y ante la amenaza de las cabilas. En los días siguientes se produjeron algunos incidentes, en los cuales los soldados españoles apresaron a varios insurgentes cabileños. Pues a pesar de haber reclamado más presencia militar por los españoles del Rif, el gobierno español se dedicó a mirar a otro lado, limitándose a pedir calma e incluso prohibiendo cualquier acción militar.

El Barranco del Lobo

En Julio comienza la sublevación rifeña, condicionada en gran medida por las detenciones anteriores, ya mencionadas. El 9 de julio de 1909 se produce en Sidi Musa un ataque de los rifeños a un grupo de obreros españoles que construían un puente para un ferrocarril minero, matando a varios de ellos e hiriendo a uno. Acto seguido, las noticias llegan al gobierno español de Maura que decreta el 10 de julio la movilización de tres brigadas mixtas de Cazadores, formadas en su mayoría por reservistas, hecho que provoca disturbios en Madrid y, sobre todo, en Barcelona, donde se producen los sucesos de la Semana Trágica (26 de julio-2 de agosto de 1909).

Durante los días siguientes continúan los enfrentamientos. El día 16 de julio llegan a Melilla los soldados españoles y el 18 entran en combate. El 20 de julio hay un nuevo ataque rifeño en Sidi Musa, pero fue rechazado por los españoles tras una lucha larga en la que predominaba el calor y la ausencia de agua y comida. Sin embargo, el 22 de julio los ataques se trasladan a Melilla, y para detener el avance de los rifeños se ordena una carga de artillería sobre el núcleo atacante.

Acto seguido y como medida de prevención, el general Marina aglomera a seis compañías de infantería y una sección de obuses en las proximidades de la ciudad, estando al mando de estas el coronel Álvarez Cabrera quien, por decisión propia y desobedeciendo al general, decide realizar una marcha de reconocimiento por la noche hacia Ait Aixa. Durante dicha expedición los españoles se pierden y amanecen en el barranco de Alfer donde se encontraban los rifeños que a su vez sorprenden a los españoles.

La decisión del coronel Cabrera supone una imprudencia que le cuesta la vida. Además de la vida del coronel hay unos 25 muertos y más de 230 heridos por parte española. A pesar de ello, los españoles consiguen su propósito, es decir, consiguen hacer retroceder a los rifeños echándoles de sus posiciones.

Tras esta acción, el 26 de julio se reciben noticias sobre la posible preparación de un potente ataque rebelde. Nuevamente, el general Marina, ordena la salida de tropas para proteger las posiciones de los alrededores de Melilla. También se ordena a la brigada de Cazadores de Madrid, con el general Guillermo Pintos Ledesma al mando, la vigilancia de los barrancos del lobo y Alfer, ambos cercanos al monte Gurugú.

Sera el Barranco del Lobo la zona elegida por los rifeños, que seguían controlando la periferia, para sorprender a los españoles. Aquí, los españoles se ven expuestos, sin apenas protección, al fuego rifeño. El error estuvo en que los españoles se retiraron sin el apoyo de la artillería, es decir, sin poder ser cubiertos. Este hecho causó, de nuevo, muchas bajas.

El general Marina, viendo la gravedad de la situación, se hace cargo del mando y organiza la retirada, esta vez con apoyo artillero. En esta acción del Barranco del Lobo hubo un balance alto de bajas ascendiendo estas a unos 150 muertos españoles y más de 500 heridos. Entre los muertos cabe mencionar al general Pintos Ledesma, que estaba al mando.

Debido a los continuos ataques y ante la gravedad de la situación se reforzará Melilla con más presencia militar. A finales de agosto ya cuenta con unos 35.000 efectivos desplegados en la zona. A finales de 1909 la zona quedará pacificada y controlada por los españoles, quienes ahora la dominan.

No hay que olvidar que la Semana Trágica se produce durante los días de los primeros ataques en la que tanto en Madrid y Barcelona se produce una clara oposición antimilitarista que conlleva a huelgas y disturbios, teniendo que intervenir el ejército para sofocar dichas revueltas.

Conclusiones.

España, en su último intento de mantener un mínimo prestigio internacional, consigue mantener la zona como colonia hasta los años sesenta.

El Barranco del Lobo pone de manifiesto la poca interacción entre los mandos militares y la política española peninsular y deja al descubierto la debilidad del ejército español frente a unos rebeldes que, tecnológicamente, no superaban el armamento español. La ayuda francesa en Marruecos será fundamental para que España pueda mantener esta zona como una zona de influencia. Sin embargo las minas no darán el beneficio deseado.

El Barranco del Lobo es considerado, junto con el desastre de Annual en 1921 y la Batalla de Krasny Bor en 1943, como una de las más sangrientas derrotas sufridas por el ejército español en el siglo XX. Sin embargo, a pesar de las pérdidas de vidas, se consiguen los objetivos marcados y se rechaza al enemigo.

Autor: Álvaro González Díaz para revistadehistoria.es

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Mecenas

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Bibliografía.

DE MADARIAGA, MARIA R., En El Barranco del Lobo: las guerras de Marruecos, Alianza editorial, Madrid, 2005

DIEZ SANCHEZ, J., “Campaña del Rif (1909)”, Melilla 1909, Álbum gráfico, en http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:Aldaba-1990-15-2080/Documento.pdf

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1 Comment

  1. Mar
    11/05/2021 @ 14:38

    Tenéis que poner el volumen de la revista al que pertenecen los artículos y qué páginas concretas son para poder usarlos para los trabajos de la universidad.

    Estaría genial dado que sois de las pocas fuentes de información fiable que son accesibles por la red porque en tema libros vamos atrasadísimos. https://media4.giphy.com/media/Rl6TvAg4JAWAM/giphy.gif

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