La Guardia Pretoriana podría considerarse como uno de los mejores cuerpos de élite de la antigüedad. Los pretorianos fueron un recurso de mimada protección por parte de los emperadores romanos, otorgándoles grandes cantidades de sestercios a cambio de protegerles de conjuras, adversarios políticos u obedeciendo órdenes imperiales por dinero, más que por lealtad.
Guardia Pretoriana, creación
Creada durante el tiempo de Augusto, se trataba de la escolta personal de la familia imperial. La Guardia Pretoriana estaba dirigida por uno o dos prefectos de pretorio, que hacían las veces de Ministros, sobre todo a partir del gobierno de Tiberio, que relegó en su prefecto Sejano múltiples funciones imperiales mientras él se encontraba retirado en su domus en la Isla de Capri. A finales de la época de Augusto, la guardia pretoriana estaba cobrando en torno a unos 3000 sestercios anuales frente a los 900 que cobraban los legionarios.
Guardia Pretoriana, conjuras y asesinatos
La Guardia Pretoriana respondía muy bien a la lealtad basada en el dinero. Por una buena suma estaban dispuestos a asesinar al propio emperador si las promesas de los conjuradores eran superiores al trato ofrecido por quien ocupaba el trono de Roma. Así fue como, por ejemplo, el Emperador Calígula fue asesinado por su propia Guardia en un complot que incluía a varios senadores.
Los pretorianos eran un arma de doble filo, que consiguieron un gran poder debido a que luchaban en favor del mejor postor. Nadie se encontraba bajo una seguridad pactada de antemano, pues como ya se ha dicho, respondían mejor a los regalos y los cargos prometidos que a la lealtad de defender en lo que creían.
Guardia Pretoriana, exigencias para ser pretoriano
A partir de las reformas militares de Septimio Severo en el siglo III d.C. los nuevos miembros que se unían a la Guardia Pretoriana podían proceder de las tropas situadas en las fronteras del Imperio.
Guardia Pretoriana, número de pretorianos y campañas militares
Su número fue muy variado según la época. Así, en tiempos de Vitelio se pasó a 16 cohortes y 8000 hombres, frente a las 12 cohortes y 4500 hombres de Calígula. Con Vespasiano el número de cohortes volvió a ser de 9, como fue su número original. Y ya con el Emperador Domiciano, debido, sobre todo, al miedo constante de ver traidores en cada rincón del Imperio, las cohortes ascendieron a 10 y el número de hombres a 10.000.
Las veces que entraron a combatir en campañas militares, los pretorianos demostraron una gran entereza en el campo de batalla a partir del 68 d.C. Tuvieron un rol de especial importancia en la batalla de Bedriacum durante el año de los cuatro emperadores, así como en las guerras dacias y mesopotámicas en tiempos de Domiciano y Trajano. También tuvieron una gran importancia en las campañas del Danubio durante el gobierno de Marco Aurelio. Con la presencia de los pretorianos en la guerra se aseguraron muchas victorias, aunque el pago por enviar a esta sofisticada guardia personal vulneraba al Emperador, por lo que su papel principal siempre tuvo como objetivo la protección imperial.
Guardia Pretoriana, decadencia y disolución
Finalmente la Guardia Pretoriana vio su completa desaparición bajo el gobierno de Constantino, que ordenó demoler la castra praetoria y sus miembros fueron enviados a las diferentes fronteras del Imperio.
Autor: Tito Batán para revistadehistoria.es
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