La rebelión liberal de Pantaleón Boné
Convenciendo a algunos oficiales alicantinos, consiguió controlar la guarnición de la ciudad y el emblemático Castillo de Santa Bárbara. Después trató de extender la rebelión por el resto de la región. El regente Espartero, inquieto ante la posibilidad de triunfo de la revuelta, mandó al capitán general de Valencia, Federico Roncalli al frente de un destacamento que chocó con los hombres de Pantaleón Boné entre Elda y Petrer, teniendo el segundo que retroceder hasta quedar confinado entre las murallas de la fortaleza alicantina tras ser capturados muchos de sus hombres. Roncalli, con el refuerzo del general Pardo que trajo sus tropas desde Murcia, puso sitio a la ciudad por tierra y mar poniendo en una situación insostenible a la ciudad y al propio Pantaleón Boné y sus seguidores, viviéndose situaciones de tensión entre los propios habitantes de la ciudad y entre las propias filas rebeldes contra su líder.
El hambre y la desesperación se apoderó de la ciudad, que quedó prácticamente desierta, escapando la numerosa comunidad extranjera hacia las embarcaciones de sus respectivas nacionalidades. La situación de bloqueo fue solventada por el ex guerrillero Juan Martín, “El empecinado”, amigo de Boné, que negoció la rendición de la ciudad. Roncalli prometió respetar la vida de los oficiales y suboficiales que habían luchado en Elda. Finalmente Boné fue abandonado por sus hombres y huyó siendo detenido horas más tardes al norte de la ciudad alicantina.
Por la mañana del 14 de febrero de 1844 fueron fusilados en las tapias del cementerio de Villafranqueza (junto al Panteón de los Guijarro, conocido como “el huevo”) 7 oficiales de Pantaleón Boné capturados por Pardo en la escaramuza de Elda del 5 de febrero. Finalmente, el 8 de marzo Pantaleón Boné y otros 23 oficiales fueron fusilados “en postura indigna” (de rodillas, ojos vendados) en el malecón del puerto (posteriormente bautizado como paseo de los mártires).
Poco tiempo después sería recordada la rebelión de Pantaleón Boné, siendo considerados aquellos protagonistas como “mártires de la libertad”, celebrándose en la ciudad el 8 de Marzo dicho acontecimiento con un acto cívico en el malecón y un funeral en la iglesia de San Nicolás. A principios del siglo XX se instaló un monumento en su honor. El acto conmemorativo se siguió celebrando hasta el final de la Guerra Civil, siendo recuperado en los últimos años, si bien el monumento jamás pudo ser restituido. Tampoco el nombre del “Paseo de los Mártires” se pudo conservar pues fue sustituido por el de “Explanada de España”, actual denominación del paseo del puerto alicantino.
Autor: Luis Pueyo para revistadehistoria.es
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BIBLIOGRAFÍA:
Pastor de la Roca, José: Historia general de la ciudad y castillo de Alicante
Rosser Limiñana, Pablo: El paseo y monumento de los “Mártires de la Libertad” en Alicante. LQNT nº2
http://www.diarioinformacion.com/opinion/2011/03/10/martires-libertad/1103232.html