Zenobia, la reina que desafió a Roma

Zenobia, viuda de Odainato, fue nombrada en el año 267 regente del reino de Palmira, una ciudad semi-independiente situada en territorio romano. Entonces se aventuró a expandir su territorio en contra de Roma, lo que le valió la fama de ser una de las mujeres guerreras más famosas de la Antigüedad.

Zenobia: En amarillo el Reino de Palmira
Zenobia: En amarillo el Reino de Palmira

 Zenobia, Palmira, la ciudad fronteriza

Las primeras noticias que tenemos sobre Palmira datan del II milenio a.C., cuando los archivos cuneiformes de Mari hablan sobre una ciudad llamada Tadmor. Se trataba de un oasis localizado en el desierto sirio y que constituía un importante enclave mercantil del que partían numerosas caravanas. Durante el I milenio a.C. Tadmor era ya conocida por poder encontrarse allí productos de todo tipo, y tanto griegos como romanos y partos la emplearon como escala en sus rutas comerciales.

Tras la muerte de Alejandro Magno y el reparto de sus conquistas entre sus generales, Tadmor cayó bajo la influencia del Reino Seléucida, cuyos gobernantes la transformaron construyendo edificios de corte griego, mezclando esta arquitectura con la autóctona.

Zenobia: panorama de Palmira
Zenobia: panorama de Palmira

Época romana: de Tadmor a Palmira

Pero la verdadera entrada de Tadmor en el plano histórico llegó con la conversión de Siria en provincia romana a mediados del s. I a.C. Los romanos transformaron la arquitectura de la ciudad y además le dieron un nuevo nombre: Palmira, “lugar de palmeras”.

Palmira hacía de frontera entre el Imperio romano y el Imperio parto, lo que le valió una posición de semi-independencia. Ello propició también que se le concedieran ciertos privilegios, como la exención pagar impuestos. Así, la ciudad se enriqueció como nunca antes y expandió su potencial mercantil.

Zenobia: vista panorámica de Palmira
Zenobia: vista panorámica de Palmira

No obstante, la paz no iba a ser perpetua: en el s.III d.C. Zenobia, reina de Palmira, decidió enfrentarse a su protectora, Roma.

A mediados del s. III d.C. Roma se encontraba en una situación delicada que se ha dado en llamar “la crisis del s.III”. En este contexto, el Imperio persa sasánida, gobernado por el rey Sapor I, atacó al Imperio romano, venciendo y capturando al emperador Valeriano en el año 260 d.C. La familia encargada de gobernar Palmira, encabezada por Odainato, decidió vengar la ofensa y se enfrentó a los sasánidas, venciéndolos. A cambio, Roma lo nombró Imperator y “Restaurador de todo Oriente”, aunque el título no le duró mucho, ya que murió asesinado junto a su primogénito en el año 267 d.C. Las sospechas recayeron en Zenobia, su esposa y sucesora.

La figura de Zenobia

Segunda esposa de Odainato de Palmira, Zenobia nació hacia el año 245 d.C. Huérfana, se casó muy joven, dando a su esposo dos hijos, Hairan y Wahballat. Se convirtió en regente del segundo tras el asesinato de Odairato y del primogénito, y fue entonces cuando según las fuentes decidió expandir Palmira con la esperanza de convertirla en un gran imperio.

Zenobia hablando con sus soldados
Zenobia hablando con sus soldados

De Zenobia se dice que era una mujer hermosa y culta, ya que conocía todas las lenguas de Oriente. Entre sus asesores se contaban el filósofo Dionisio Longino y Pablo de Samosata, obispo de Antioquía y famoso por intentar conciliar cristianismo y paganismo. Adoradora del dios solar, excelente tiradora con arco y amante de las joyas y el lujo, las fuentes la caracterizan como una mujer valiente, ambiciosa, guerrera y arrogante.

Zenobia - Reina de Palmira

Páginas: 1 2

Deja una respuesta

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies