Explicábamos, en la conclusión del primer artÃculo, que la lÃnea histórica que se inició con la doctrina literal de IbnHanbal, continuaba con la radicalización progresiva de IbnTaymiyya y que culminó con el wahabismo y la creación de Arabia Saudà en 1932, es el embrión, el cimiento, de la ideologÃa que actualmente recoge el fundamentalismo islámico, el cual, recordemos, en su vertiente más extrema da lugar a los grupos que denominamos yihadistas. AñadÃamos, no obstante, que este itinerario histórico no explica por sà mismo el fenómeno yihadista.
Yihad, definición y desarrollo histórico de los grupos yihadistas actuales
Formaron, pues, parte de la fracción islámica dentro de un paÃs de difÃcil coyuntura polÃtica y económica, dividido entre islámicos y laicos tras su independencia del Reino Unido en 1936. Hasta 1951, Qutb no formó parte de Los Hermanos Musulmanes; antes, como maestro y periodista, alardeaba de su actitud liberal. Fue, tras un viaje a Estados Unidos, enviado por el propio gobierno egipcio para realizar estudios de educación, cuando su pensamiento se transformó, posicionándose en la vertiente más radical del islamismo.
El razonamiento de Qutb es de vital importancia para comprender a muchos de los grupos islamistas actuales. Preconizaba que el islamismo debÃa de ser extensible a todo el mundo, pues era el único sistema válido para la humanidad. En este sentido, recupera el término de jahiliyya, que hace referencia al estado de ignorancia preislámica universal. Es necesario, pues, derrumbar la jahiliyya con el fin de instaurar el Estado islámico.
Otro nombre importante dentro del islamismo contemporáneo es Abû-al-Mawdûdi, nacido en 1903 en la India británica. Será el emblema del islamismo pakistanÃ, paÃs que obtuvo su independencia del Reino Unido en 1947. Destaca de su pensamiento la crÃtica que hace a todo tipo de nacionalismo, incluido el propio “nacionalismo musulmán” que se impuso en Pakistán, y que se anteponÃa al Estado islámico que defendÃa al-Mawdûdi. Asà pues, considera kufr, es decir, un elemento impÃo, a todos los nacionalismos.
También incluye en la categorÃa de kufr a los ulemas, los doctores de las leyes jurÃdicas y religiosas musulmanas, recriminándoles el que se hubiesen avenido a un gobierno no musulmán con la llegada de los británicos al subcontinente indio en 1857. Defiende, pues, la islamización “desde arriba” donde la soberanÃa se ejerza en nombre de Alá, otorgándole a la yihad el cometido de combatir todos aquellos elementos que impiden la creación del Estado islámico.
Observamos como Sayyid Qutb y Abû-al-Mawdûdi, pese a pertenecer a dos órbitas musulmanas diferentes, comparten una visión polÃtica y rupturista del Islam. El objetivo de ambos es la creación de un Estado islámico universal que reproduzca la vida de Mahoma y sus seguidores. Para ello, idealizan una yihad ofensiva que debe combatir a cualquier estado que no desarrolle fielmente la ley islámica. Bajo sus escritos, la religión se transforma en una ideologÃa de lucha polÃtica.
Al incorporar dentro de “esta” yihad a los estados con presencia musulmana, quiebran la tradición musulmana de lealtad a la imama, es decir, a la jefatura de la comunidad musulmana. Aquà radica su importancia como teóricos influyentes en el actual yihadismo, pues abren el camino para que los grupos yihadistas estén legitimados, desde un punto de vista religioso, para luchar contra su propio gobierno.
Como afirma el escritor Abdelwahab Meddel,
“en la conjunción entre esta teorÃa [de Qutb y al-Mawdûdi] y el wahabismo, se formó el integrismo más funesto”.
El integrismo que da cabida al yahidismo actual. Pero, ¿dónde se dio esta conjunción? En primer lugar, en las grandes migraciones de egipcios hacia Arabia Saudà –recordemos, feudo wahabita-, fruto del crecimiento económico petrolÃfero saudita. Pero será en la década de los 80, con la invasión soviética de Afganistán, donde el integrismo contemporáneo englobará las teorÃas islamistas que se dieron durante el siglo XX para converger en la ideologÃa actual yihadista.
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En diciembre de 1979, fuerzas armadas soviéticas cruzan la frontera afgana para auxiliar al gobierno aliado de AmÃn, tan sólo meses después de la Revolución iranÃ, bajo la cual el ayatolá Jomeini derrocó al sha Pahlevi, privando a Estados Unidos de uno de los aliados más sólidos en Oriente Medio –en un artÃculo más extenso, deberÃamos analizar profundamente el impacto de la Revolución iranà en el mundo islámico-. En un mundo aparentemente bipolar como el de la Guerra FrÃa, Estados Unidos no podÃa permitir que la URSS hiciese entrar sus tropas en Afganistán.