Entre 1941 y 1944, este bastión fortificado albergó al Führer y a algunos de sus más altos oficiales, mientras orquestaban campañas militares en el Frente Oriental.
Escondida en los espesos bosques de Masuria, en la actual Polonia, la “Guarida del Lobo” (Wolfsschanze) fue uno de los centros de operaciones más estratégicos y protegidos de Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
Entre 1941 y 1944, este bastión fortificado albergó al Führer y a algunos de sus más altos oficiales, mientras orquestaban campañas militares en el Frente Oriental.
Sin embargo, más allá de su funcionalidad como cuartel general, la Guarida del Lobo se convirtió en un símbolo de las obsesiones del régimen nazi por la seguridad, el control y la guerra total.