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Imperio Azteca, también conocido como Triple Alianza, fue uno de los imperios más grandes y poderosos de Mesoamérica. Fundado en el año 1428, surgió de la alianza entre tres ciudades-estado: Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan.
Bajo el liderazgo de esta coalición, el imperio se expandió rápidamente, llegando a abarcar un territorio que se extendía desde la costa del Golfo de México hasta el Océano Pacífico.
Triple Alianza: El auge y caída del Imperio Azteca
La historia de los aztecas se inicia con la migración de los mexicas, un grupo náhuatl que llegó al Valle de México en el siglo XIV. Según la leyenda, los mexicas partieron de Aztlán, una mítica isla situada al norte de México, en busca de una señal que les indicaría el lugar donde debían fundar su nueva ciudad. Esa señal, un águila devorando a una serpiente posada en un nopal, fue finalmente encontrada en una isla en medio del lago de Texcoco. Allí fundaron Tenochtitlán, que se convertiría en el corazón del Imperio Azteca.
Los aztecas eran conocidos por su habilidad en la guerra, lo que les permitió establecer un imperio que se expandió por gran parte de Mesoamérica. Las ciudades-estado conquistadas se convertían en tributarias del Imperio Azteca, pagando impuestos en forma de productos agrícolas, bienes artesanales y, en ocasiones, prisioneros para ser sacrificados en ceremonias religiosas.
La religión desempeñaba un papel fundamental en la vida de los aztecas. Adoraban a numerosas deidades, siendo Huitzilopochtli, el dios del sol y la guerra, la más importante. Los sacrificios humanos eran una parte esencial de sus prácticas religiosas, ya que creían que alimentaban al sol con sangre humana para asegurar su renovación diaria.
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