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Tácticas navales de la Antigüedad

Tácticas navales de la Antigüedad

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  Cuando pensamos en una batalla naval de la Antigüedad nos vienen rápidamente a la cabeza las imágenes caóticas de las películas. Sin embargo, como es natural, las potencias navales de la Antigüedad desarrollaron técnicas y tácticas para derrotar en batalla a sus enemigos con la mayor efectividad posible.

Tácticas navales de la Antigüedad

Durante la época Antigua se dedicaron innumerables tratados al arte de la guerra naval, como por ejemplo el de Eneas el Táctico (siglo IV a.C.) o el mismísimo Sun Tzu en su conocida obra “El Arte de la Guerra”, en el siglo V a.C. Durante la época romana también se prodigaron las obras, como el Libri Navales de Varrón (siglo I) o la Strategemata de Frontino, del mismo siglo.

Entre las maniobras que se teorizaron en estos tratados de ciencia militar y que se pusieron en práctica en las batallas navales de la época destacaba la llamada maniobra Diekplous. Esta maniobra es la clásica de embestida con el espolón.

El capitán de la nave se aproximaba a la nave enemiga, y en el último momento maniobraba bruscamente para embestirla con su espolón, intentando en la medida de lo posible alcanzar la zona de popa de la nave enemiga, ya que allí no había remos en los que enredarse.

Esta maniobra era tan popular que para intentar neutralizarla, las flotas empezaron a navegar en formación en línea para evitar estos ataques, sobre todo si eran cogidos por sorpresa.

Esquema de maniobra Diekplous

El desarrollo de las formaciones para evitar la maniobra Diekplous, llevó a la denominada táctica Periplous, que consistía en colocar una segunda fila de naves de forma escalonada con las proas apuntando a los espacios que dejaban las naves de la primera fila. De esta manera si una nave enemiga conseguía deslizarse entre algún hueco de la primera fila, al maniobrar para embestir quedaba expuesta al segundo escalón defensor, que podía embestirla a placer.

El uso de estas maniobras y contramaniobras hacían necesario un gran número de naves, por lo que las potencias navales se afanaron en intentar conseguir tener la superioridad numérica, ya que esto permitía envolver a las formaciones enemigas por las alas, y desbaratar su defensa. En estos casos, las naves rodeadas adoptaban la táctica Kiklos, formando un círculo cerrado con las proas apuntando al exterior del mismo.

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Este tipo de tácticas y contra tácticas llevaron a un gran desarrollo de las tripulaciones, siendo necesario cada vez más y mejores timoneles así como remeros hábiles y experimentados.

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Bibliografía

Imperium Maris, Historia de la marina romana Imperial y Republicana, Arturo S. Sanz, Ed. La esfera de los libros

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