Las últimas investigaciones, cercanas al 2008, aseguran que pudo tratarse de un lugar destinado a ceremonias religiosas como si se tratase de un santuario.
En palabras de Julian Richards, exhaustivo investigador sobre el monumento:
«Desde el cielo se ha podido ver que no se trata de simples ruinas, sino que representa toda una cultura»
La arqueología ha demostrado que en pocos kilómetros a la redonda se pueden encontrar calzadas, pozos neolíticos, corredores a modos de pasillo – en algunas galerías se hallaron huellas dactilares que datan de hace cinco mil años – o campos de túmulos funerarios donde se han encontrado restos humanos junto a joyas metálicas. Las pruebas del carbono 14 aseguran que las obras tuvieron lugar entre el 3000-2920 a.C.
La formación circular de Woodhenge
En Woodhenge, otra formación circular situada a unos tres kilómetros de Stonehenge, se han encontrado restos de cerámicas y huesos de animales. Se trata de una estructura construida a base de pilares de madera, donde se han encontrado restos de sacrificios humanos, algo que no se encontró en Stonehenge.
No obstante las investigaciones han demostrado que Stonehenge se trataba de un cementerio antes de que se alzaran las piedras sobre los restos de ceniza de las piras destinadas a los muertos.
El transporte de las piedras
Recientes investigaciones aseguran que los bloques de piedra llegaron desde Gales, a más de un centenar de kilómetros de distancia. Fue toda una osadía para los habitantes de aquella época, sobre todo porque es difícil de imaginar cómo pudieron transportar aquellas rocas de trescientas toneladas cuando aún la rueda no se había inventado. La respuesta podría hallarse en el uso de cuerdas a partir de ortigas, que abundan en aquella zona.
El tema relativo a la fabricación de sogas no conlleva que se trate de una tarea complicada, pero algunos escépticos dudan de su efectividad. Julian Richards arrojó algo de luz al asunto, diciendo que fueron transportadas con ese sistema de cuerdas y sogas de origen vegetal, apoyado mediante trineos de madera que funcionaban a modo de plataformas dinámicas, como un sistema de rodillos que se iban cambiando a conveniencia del desplazamiento.
Estas ideas siguen siendo insuficientes para varios historiadores, investigadores y escépticos, por lo que se añadió que utilizaban calzadas y técnicas de carpintería muy sofisticadas como se ha demostrado en los restos estudiados. ¿Pero quién podía transportar aquellas pesadas masas de piedra? Para Richards la respuesta estaba clara. Un gran número de trabajadores se involucraron de forma paciente para organizar su transporte desde tan alejado origen.
La finalidad de Stonehenge
¿Merecía la pena aquel esfuerzo titánico de transporte? Algunas de las teorías aseguran que Stonehenge fue un monumento de sacrificios, por haber encontrado restos humanos y ceniza de las piras funerarias en formaciones aledañas similares. Se demostró, no obstante, que aquello tuvo lugar antes de la construcción del complejo de piedra. También se ha estimado que se trate de un templo religioso.
Pero, la mayoría de los expertos, piensan que la construcción de Stonehenge estuvo destinada a ser un emplazamiento astrológico, por su posición matemática y su orientación planificada. Podría haber sido uno de los primeros construidos por el ser humano, lo que implica que eran conocedores de los ciclos naturales como las estaciones. De nuevo, y según Richards:
«Esta orientación hacia la salida del sol no es casual. Durante el día más largo del año, el sol llega justo al centro del monumento. Nuestros antepasados festejaban el solsticio de verano utilizando la luz, la piedra y la sombra»
Sea cierto o no, Stonehenge ha pasado a la historia como uno de los lugares mágicos de mayor consistencia hasta la fecha.
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