Segóbriga es una de las ciudades romanas mejores conservadas al paso del tiempo. Segóbriga está situada en Saelices (Cuenca) y preservada como el conjunto arqueológico más importante de la Meseta de la Península Ibérica.
Estuvo rodeada y protegida de una muralla de 1300 metros de recorrido construida en torno al 50 a.C. con varias puertas de acceso para la entrada y la salida de la ciudad. La puerta más representativa fue la construida de sillares, llamada Puerta Monumental y que daba a la calle principal.
Por debajo de ella atravesaban las cloacas de la ciudad. El aprovisionamiento de agua tuvo lugar mediante un acueducto conectado con el río Cigüela y transportado a la ciudad mediante tuberías de plomo revestidas de hormigón que conservaban su frescura gracias a la disposición de una especie de techado de arcilla a lo largo de su conducción.
Segóbriga, historia
Su conservación a fecha actual es fabulosa, pues aún mantiene la orchestra y el tablado de madera así como las columnas y esculturas que lo adornan. No menos espectacular fue la construcción del Anfiteatro, de forma elíptica con una longitud de 75 metros de largo y que podía albergar casi a 6000 personas donde se conservan las celdas para las fieras como tigres, osos o leones traídos desde los puntos más distantes a la Península y donde también tenían lugar luchas de gladiadores.
Otros lugares de entretenimiento fueron el Circo, construido a mediados del siglo II, donde se llevaron a cabo carreras de carros tirados por caballos o las Termas del siglo I d.C. que actualmente conserva taquillas y saunas además del horno con el que calentaban las aguas de las bañeras y donde los ciudadanos romanos se reunían para su regocijo y disfrute en baños de agua fría (frigidarium) agua templada (tepidarium) o agua caliente (caldarium), además de la sauna seca (laconium).
Además de las construcciones ya citadas, en la actualidad se puede visitar también la Casa del Procurador Minero (Cayo Julio Silvano) que ordenó construir su vivienda a principios del siglo III para controlar de buen grado la explotación del lapis specularis de la zona, la Basílica situada al este del Foro que contenía dos aedes destinados al culto del emperador y su familia y que construyó al mismo tiempo que el Foro o las Necrópolis situadas a lo largo de la ciudad, concretamente al noroeste, bajo el Circo y al noreste.
Segóbriga abandonó su actividad en el siglo IV, debido a la decadencia económica. A partir de la llegada Visigoda en el siglo V la ciudad fue abandonando su vida urbana, y se construyó una Basílica cristiana con las propias piedras del anfiteatro romano. Con la llegada musulmana se destruyó la Necrópolis situada en la cumbre del cerro para la construcción de una fortaleza árabe. Con el tiempo Segóbriga pasó a ser una pequeña población dependiente de la villa de Uclés a la que se le llamó Cabeza del Griego.
Autor: Cynthia Esther Osorio Gutiérrez para revistadehistoria.es
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03/01/2020 @ 20:45
Conocí Segóbriga sobre 1.975, cuando veraneaba en Saelices, recuerdo que sólo existía el circo romano, el resto estaba sin descubrir, varios familiares nos dedicabamos a coger cardillos en ese terreno, y bien bueno que salia el cocido. Que curioso.