Segóbriga es una de las ciudades romanas mejores conservadas al paso del tiempo. Segóbriga está situada en Saelices (Cuenca) y preservada como el conjunto arqueológico más importante de la Meseta de la Península Ibérica.
Estuvo rodeada y protegida de una muralla de 1300 metros de recorrido construida en torno al 50 a.C. con varias puertas de acceso para la entrada y la salida de la ciudad. La puerta más representativa fue la construida de sillares, llamada Puerta Monumental y que daba a la calle principal.
Por debajo de ella atravesaban las cloacas de la ciudad. El aprovisionamiento de agua tuvo lugar mediante un acueducto conectado con el río Cigüela y transportado a la ciudad mediante tuberías de plomo revestidas de hormigón que conservaban su frescura gracias a la disposición de una especie de techado de arcilla a lo largo de su conducción.
Segóbriga, historia
Su conservación a fecha actual es fabulosa, pues aún mantiene la orchestra y el tablado de madera así como las columnas y esculturas que lo adornan. No menos espectacular fue la construcción del Anfiteatro, de forma elíptica con una longitud de 75 metros de largo y que podía albergar casi a 6000 personas donde se conservan las celdas para las fieras como tigres, osos o leones traídos desde los puntos más distantes a la Península y donde también tenían lugar luchas de gladiadores.
Otros lugares de entretenimiento fueron el Circo, construido a mediados del siglo II, donde se llevaron a cabo carreras de carros tirados por caballos o las Termas del siglo I d.C. que actualmente conserva taquillas y saunas además del horno con el que calentaban las aguas de las bañeras y donde los ciudadanos romanos se reunían para su regocijo y disfrute en baños de agua fría (frigidarium) agua templada (tepidarium) o agua caliente (caldarium), además de la sauna seca (laconium).
03/01/2020 @ 20:45
Conocí Segóbriga sobre 1.975, cuando veraneaba en Saelices, recuerdo que sólo existía el circo romano, el resto estaba sin descubrir, varios familiares nos dedicabamos a coger cardillos en ese terreno, y bien bueno que salia el cocido. Que curioso.