En el siglo XVIII, la pugna por el dominio de los mares y el control del comercio se intensificó entre las principales potencias europeas. En este contexto, la Guerra del Asiento (1739-1748) surgió como uno de los conflictos más significativos, enfrentando a España y Gran Bretaña.
La disputa se originó en torno al derecho británico de comerciar esclavos en las colonias españolas, concedido bajo el Tratado de Utrecht en 1713. Con el tiempo, las tensiones comerciales y los constantes incidentes entre navíos británicos y autoridades coloniales españolas llevaron a una ruptura definitiva.
La Guerra del Asiento se convirtió en un escenario donde ambas potencias buscaron reafirmar su influencia sobre el Atlántico y sus rutas comerciales, con un Caribe cargado de estratégicos intereses económicos y territoriales.
Sin embargo, el desmedido orgullo inglés, condujo a la más grande Flota y Ejércitos ingleses vistos hasta la fecha, a la más humillante de las derrotas, ante un sublime Blas de Lezo, que en la cúspide de su experiencia, supo sacar el máximo partido a las defensas de Cartagena de Indias e hizo saborear la amarga hiel de la derrota al Almirante Vernon…
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