En la costa del Mediterráneo, donde las olas acarician las arenas de Egipto, se erigió una ciudad que simbolizó el pináculo del conocimiento y la cultura en la Antigüedad: Alejandría.
Fundada en el año 331 a.C. por Alejandro Magno, Alejandría se convirtió rápidamente en un crisol de culturas, un centro intelectual y comercial sin igual, y una de las ciudades más influyentes del mundo antiguo.
Desde sus majestuosos templos hasta la imponente biblioteca que albergaba el saber de civilizaciones enteras, Alejandría fue más que una ciudad; fue el corazón palpitante del saber y la ciencia en su tiempo…