Los jesuitas, apoyados por el rey de España Felipe II, estaban trabajando duramente para mantener, proteger y divulgar el catolicismo en el mundo entero, cuyo objetivo no era conquistar nuevos territorios sino defender la religión católica frente a los protestantes que querían destruir la religión.
La zona sur de Japón en la segunda mitad del siglo XVI se estaba convirtiendo en cristiana gracias a los jesuitas que desde la llegada de Francisco Javier en 1549 se desempeñaba la evangelización de la sociedad japonesa. Para conseguir mayor expansión decidieron
enviar los dignatarios locales a Europa (España e Italia) para que conozcan personalmente el mundo cristiano y a la vuelta enseñen a la población la realidad de la próspera sociedad cristiana.
Misión Tensho
La misión Tensho se organizó por la iniciativa de los jesuitas autorizada por el Papa y el rey de España. Mientras la misión Keicho de 1614 tenía carácter político-mercantil de un clan local no autorizado por el Shogun y al final se terminó en fracaso, la misión Tensho salió bien desde principio ya que la misión era totalmente apoyada por Felipe II y el Papa y los enviados eran jóvenes católicos, hijos de los Daimyos cristianos de la zona que tenían autorización de Hideyoshi Toyotomi, jefe del gobierno japonés. El número de conversión aumentó de 5000 en 1549 hasta 750.000 en 1613 en la zona sur del Japón.
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El desconocido Kamikaze del siglo XIII - Revista de Historia
18/09/2019 @ 19:06
[…] de haber sido coronado emperador conquistó Corea; Japón sería su siguiente conquista porque estaba aislado y tenía un ejército bastante inferior al suyo. Dos años más tarde de haber sido nombrado […]