La actual ciudad de Mérida en España, es la capital de Extremadura, desde su fundación le fue otorgada la condición de capital de la provincia Lusitania en la Hispania romana, la colonia Augusta Emerita fundada en el año 25 a. C. por orden del emperador Octavio Augusto, para asentar a los soldados eméritos o licenciados de las legiones V Alaudae y X Gemina que habían combatido en las guerras cántabras (según Dion Casio).
Desde su fundación fue adquiriendo un gran protagonismo en la administración de aquella importante provincia al oeste de la península ibérica, fue dotada del urbanismo y arquitectura pública acorde a su importancia como capital de aquella provincia hispano lusa, que llegó a finales del siglo III d. C. a ser nombrada por el emperador Diocleciano como la capital de la Diócesis de Hispania y esta nueva función hizo que la ciudad viviera otro período de esplendor que quedó reflejado en su ingeniería, arquitectura y urbanismo romano.
Mérida, la perla lusitana
En su trazado, se tuvo muy en cuenta un punto de partida, lo que podría ser considerado como el “kilómetro cero”, que habría que situar en el lugar de encuentro de los dos ejes principales el decumanus maximus con el kardo maximus, de orientación oeste-este y sur-norte respectivamente, coincidiendo tras recorrer 1,5 millas, con el punto de confluencia de la Vía XII del Itinerario de Antonino, que se dirigía hacia Lisboa (Olisipo) con la XXIII que venía de Sevilla (Hispalis).
El recinto amurallado de la colonia, cuya función más que defensiva era monumental, tuvo cuatro accesos principales con cuatro puertas, una en cada extremo de los ejes correspondientes al decumanus y al kardo, vías principales, y otras secundarias relacionadas con el entramado urbano. Uno de los dos foros que dispone ésta ciudad al tratarse de la capital de la provincia de la Lusitania. El majestuoso Foro Municipal o colonial, con dos plazas porticadas, la primera de ellas con pequeños canales al borde y el Templo.
Ejecutadas las primeras obras de infraestructura necesarias, se dio paso a la edificación sistemática de los recintos de espectáculos. El majestuoso Circo que es el mayor de los edificios para espectáculos públicos de la ciudad y uno de los más importantes de todo aquel imperio. Su gran graderío, dispone de una capacidad para más de 30.000 espectadores distribuidos en las diferentes cáveas. En la arena o zona donde se desarrollan las competiciones, como recinto para carreras de carros, es de unas amplias dimensiones, ocupa una extensión de cuatrocientos tres metros de largo por noventa y seis y medio de anchura, erigido extramuros de la ciudad y con una planta ovalada . En su centro y dividiéndola en dos partes, se dispone la spina (una plataforma de una longitud de 240 m y una anchura de 8,5 m) en torno a la que dan vueltas los carros, cada prueba consta habitualmente de siete vueltas y las metas se ubican en los vértices de la espina.
En cuanto al Teatro y Anfiteatro fueron inaugurados en los años 16-15 y 8 a. C. respectivamente, según se infiere de las distintas inscripciones monumentales en granito, que irían enlucidas de estuco y pintadas o con letras de bronce dorado, y presumiblemente dispuestas en accesos, frente escénico y tribunas preferentes de ambos monumentos, con estas edificaciones se completó el proyecto de dotar a la colonia de una gran zona pública para los espectáculos, acorde con su categoría política y administrativa.
El Anfiteatro, estaba destinado a las luchas entre gladiadores, entre fieras o entre hombres y fieras, las llamadas venatio (los espectáculos que se celebran en el circo o en el anfiteatro y en el que intervienen animales exóticos y salvajes, dentro de las celebraciones de los llamados ludi o juegos), que junto a las carreras en el circo fueron las preferidas por el público, tiene forma elíptica, con un eje principal de 126 metros y uno menor de 102 metros, mientras que la arena mide 64 metros por 41 metros.
El edificio colindante dedicado al Teatro, las gradas forman una figura semicircular, donde caben unas seis mil personas.
Autor: Diego Molina Ruiz para revistadehistoria.es
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Bibliografía:
MOLINA RUIZ, Diego. Gaio el joven ganador. Huelva: Molina Moreno Editores; 2018. ISBN: 1726112357. Disponible en: https://www.amazon.es/Gaio-joven-ganador-Cuentos-Historia/dp/1726112357/