MartÃn el Joven nace en Cagliari, Cerdeña, en 1374. Es hijo de MartÃn I de Aragón y MarÃa de Luna, hija del conde de Luna. Su padre, duque de Montblanch, no era aún el rey de Aragón sino que lo era su abuelo Pedro IV el Ceremonioso. Su tÃo Juan (futuro Juan I de Aragón), duque de Gerona, era el heredero de la Corona de Aragón.
Unos años después de su nacimiento, en 1377, muere Federico III (o Fadrique III) de Sicilia, que habÃa estado casado con la tÃa de MartÃn, Constanza (esta ya habÃa fallecido en 1363). Pedro IV de Aragón se intitula como rey de Sicilia. Aunque Federico (o Fadrique) III tenÃa una hija de 14 años llamada MarÃa (futura reina de Sicilia), nieta de Pedro IV de Aragón, por el hecho de ser mujer no tenÃa derecho a la sucesión según las leyes vigentes. Pedro IV estaba casado en terceras nupcias con Leonor de Sicilia, hermana de Federico III, y por eso reunÃa todos los derechos para heredar el reino de Sicilia. Sin embargo, la decisión del monarca de Aragón provocó las protestas del papa, de los de Anjou y de parte de la nobleza siciliana. El rey cedió derechos a su hijo MartÃn (futuro MartÃn I el Humano), duque de Montblanch.
MartÃn el Joven
En 1394 Juan I de Aragón, tÃo de MartÃn el Joven, dispuso también veinticinco galeras para asistir a los reyes de Sicilia. Hubo otra expedición mandada por Roger de Moncada y el núcleo más conflictivo de Catania fue dominado por Bernardo de Cabrera, uno de los condes más influyentes de Aragón. MartÃn el Joven pudo consolidar la situación, aunque continuaron pequeños focos de rebelión en la isla. Por esta actuación a Cabrera le fue concedido el condado de Modica (Sicilia). En 1396 la situación ya era estable, aunque MartÃn el Joven, de solo 20 años, seguÃa necesitando la ayuda de su padre MartÃn el Viejo. No obstante, este tuvo que abandonar la isla y volver a Aragón debido a la muerte de su hermano, Juan I de Aragón. Antes de dejar la isla nombró un consejo de catalanes y sicilianos para que asesoraran a su hijo, rey de Sicilia.
El principado de Cataluña celebró grandes fiestas en su honor para demostrar su apoyo y obediencia al rey de Sicilia y heredero de la Corona de Aragón. MartÃn el Joven apenas pudo disfrutar de las fiestas por las noticias llegadas de Sicilia, donde la rebelión habÃa vuelto a estallar. El 5 de agosto de 1405 tuvo que suspender el viaje y regresar a Sicilia. La rebelión de los Arborea y Brancaleone Doria se extendÃa a Cerdeña y la situación era grave. MartÃn quiso ir personalmente a sofocar la rebelión, aunque su padre se opuso por razones de seguridad personal, pero ante la insistencia su padre aprobó el proyecto de expedición contra los sardos en las Cortes de Barcelona.
Una vez recibido el visto bueno de su padre, quiso ir primero a Barcelona para tratar con él la organización de la expedición militar, pero sabedor de la grave situación en Cerdeña decidió intervenir sin más demora en la revuelta llamando a los nobles de Cataluña y Aragón para que ayudasen en la expedición. El 19 de mayo de 1409 sale de Barcelona una armada de ciento cincuenta velas comandada por Pedro de Torrellas, que se incorporó a las fuerzas de MartÃn en Caller. Pronto consigue ganar a los sardos haciendo incluso prisionero a Brancaleone Doria. MartÃn el Joven, al frente de la expedición, sale en busca del vizconde de Narbona que mandaba las fuerzas de los sardos, genoveses y franceses. Doria y Narbona eran rivales en la isla, pero se unieron para hacer frente a las fuerzas de MartÃn. La rebelión fue provocada por el entonces regente Brancaleone Doria, el marido de Leonor, hija de Mariano IV. La república de Génova y el pontÃfice de Roma apoyaron a Doria para vengarse de MartÃn el Humano, que seguÃa defendiendo al papa Luna en contra del de Roma.
Su otro rival, el vizconde Guillermo de Narbona, tenÃa el apoyo del rey de Nápoles, Ladislao. El 26 de junio de 1409 las dos fuerzas se enfrentaron en Sant Lauri y la batalla terminó con una gran victoria de las fuerzas de MartÃn. Pero el 25 de julio del mismo año muere MartÃn el Joven en el castillo de Caller, después de diez dÃas de agonÃa, a consecuencia de las fiebres contraÃdas durante la campaña. Fue una pérdida demasiado precipitada de un rey tan joven, valioso y brillante, una de las figuras más apreciadas de la Edad Media. Ha pasado a la historia como rey prudente y valiente caballero, amante de los deportes, las artes y la ciencia.
En su testamento deja el reino de Sicilia a su padre MartÃn I de Aragón, nombra a su mujer Blanca de Navarra como vicario general de la isla y lega el condado de Luna a su hijo natural Fadrique. La noticia del fallecimiento de MartÃn el Joven causó gran tristeza y dolor en todo el reino de Aragón y Cataluña y sobre todo a su padre, MartÃn el Humano, que quiso visitar personalmente Sicilia para dar la noticia a la viuda, Blanca de Navarra, pero su salud no le permitió viajar. MartÃn el Joven fue enterrado en la iglesia Mayor de Caller.
No dejó descendencia del matrimonio con Blanca. Tuvo dos hijos naturales: Violante, con una dama siciliana de nombre Agathaca, y Fadrique, con otra siciliana llamada Tharsia. El futuro de la Corona de Aragón se hacÃa impredecible con la muerte del rey de Sicilia porque MartÃn el Humano no tenÃa otro heredero que MartÃn el Joven. Se extinguÃa el reinado catalano-aragonés que comenzó con la unión de la reina Petronila de Aragón y el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV en siglo xii.
Autor: Yutaka Suzuki para revistadehistoria.es
P. Galiana
10/06/2018 @ 04:35
No hubo reino Catalano- Aragones; sino: La corona de Aragon.
Manuel L. Borrás
23/08/2018 @ 17:08
En total acuerdo, solo corona de Aragón. Lástima que nuestros polÃticos se metan donde no deben.