En el cruce de las espadas, los destinos de dos civilizaciones quedaron para siempre entrelazados.
Martillo de los Godos: Carlos Martel y la Batalla de Poitiers
En el otro extremo, el reino franco, una de las entidades políticas surgidas tras la caída del Imperio Romano de Occidente, se hallaba en plena formación. Carlos Martel, el Mayordomo de Palacio, era la figura política más poderosa de la época.
Carlos Martel es recordado sobre todo por su victoria en la Batalla de Poitiers (también conocida como la Batalla de Tours) en 732, pero además de su destacada labor militar, Carlos Martel también realizó importantes reformas políticas. Centralizó el poder real y fortaleció el papel de los mayordomos de palacio, preparando el camino para que su hijo, Pipino el Breve, se convirtiera en rey de los francos. Asimismo, su nieto, Carlomagno, se convertiría en uno de los gobernantes más influyentes de la historia europea, creando un imperio que abarcó gran parte de Europa Occidental.
La invasión musulmana
En el año 732, una gran fuerza islámica, al mando de Abderramán, gobernador de Al-Andalus, cruzó los Pirineos y avanzó hacia el corazón de la Galia. Aunque las cifras exactas son objeto de debate, algunos relatos sugieren que el ejército musulmán contaba con decenas de miles de soldados. Enfrente, las fuerzas francas, lideradas por Carlos Martel, se preparaban para resistir el asalto.