“la más perdida que hay en toda la república cristiana, ni aun bárbara”.
La razón de esta mala vida se debía a que eran “gente sin ley”, que vivían
“llenos de vicios, sin ningún género de recato, con gran escándalo de estos reinos y de los naturales de ellos”.
“que los moriscos y gitanos se repartan por vecindades en el reino, y no traten sino solo en labrar y criar, y servir a labradores y criadores”.
Temerosos de que el “gitanismo” contagiara al resto de la población, pidieron
“poner remedio en un daño tan grande”, y así conseguir “disipar y deshacer de raíz este nombre de gitanos y que no haya memoria de este género de gente”.
El proyecto de “exterminio” gitano
El “exterminio” biológico propuesto consistía en la separación física de ambos sexos y la aculturación de los más pequeños. Para justificarlo, hicieron una exposición plagada de prejuicios peyorativos, acusándolos de ser “gente sin ley”, que vivía “llenos de vicios”. No llegándose a un acuerdo, el proyecto se desechó y se optó por continuar con la política represiva basada en la fijación de las familias gitanas a un domicilio conocido bajo un estricto control de sus personas, costumbres y caballerías.
Josef Mengele, el Ángel de la Muerte de Auschwitz - Revista de Historia
16/04/2020 @ 13:30
[…] víctimas – las pruebas se hicieron sin su consentimiento – fueron sobre todo judíos, gitanos y prisioneros […]