La vida cotidiana en los Tercios Viejos

  Los Tercios Viejos se forjaron en los campos de batalla de los siglos XVI y XVII, convertidos en unidades de infantería que defendieron posiciones estratégicas en diferentes regiones de Europa.

Sin embargo, más allá de su rol militar, quienes formaban parte de ellos vivían una rutina diaria marcada por el campamento, la relación con los superiores y las incertidumbres propias de la época.

  El día a día trascendía las conquistas y enfrentamientos, situándose en un ambiente donde la disciplina justa era vital y la camaradería se construía en cada marcha.

La vida cotidiana en los Tercios Viejos 

Origen de los grupos de infantería y reclutamiento inicial

Durante los siglos XVI y XVII, los llamados Tercios Viejos se convirtieron en auténticos referentes de la infantería de la época. Sus filas se nutrían de hombres de diversa procedencia: algunos eran campesinos sin tierras que hallaban en la profesión militar la posibilidad de una paga y algo de aventura, mientras que otros procedían de entornos urbanos, atraídos por la perspectiva de ascenso social o por un deseo de fama. No eran pocos los que ingresaban tras haber huido de deudas o conflictos personales, buscando un comienzo distinto. Dentro de estos contingentes, las lealtades y motivaciones eran variadas. Había quienes se apuntaban por devoción al rey, otros por ímpetu aventurero y un tercer grupo que simplemente perseguía un sustento más seguro que el que les ofrecía su lugar de origen.

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