La Guardia Imperial francesa, conocida también como «Vieja Guardia», era un cuerpo de soldados veteranos curtidos en la batalla. Entre otras campañas de las Guerras Napoleónicas, tuvo intervenciones en batallas de gran importancia como Austerlitz, Eylau y finalmente en Waterloo, donde tuvieron su último día de gloria.
La Guardia Imperial francesa había evolucionado a partir de las Guardias de los Cónsules y de la Guardia Consular. Eran, literalmente, una unidad del ejército por sí misma con divisiones de infantería y caballería, un ejército dentro del ejército.
Napoleón la quería como ejemplo a seguir por el ejército y también como una fuerza que lucharía con él en numerosas campañas, que serían completamente leales al emperador, aunque en su inicios no eran más que un cuerpo que lucía bien en actos oficiales acompañando a Napoleón.
A ellos se les atribuye la toma de La Haye Sainte, punto fortificado británico que pasó a manos de ambos bandos en varias ocasiones. Napoleón se refería a ellos como sus “Viejos Gruñones”, porque se quejaban y protestaban pero le seguían y obedecían siempre. Por orden de Napoleón, se les encargó la heroica misión de cubrir la retirada del ejército francés, misión que cumplieron hasta ser arrollados por la caballería prusiana.
La famosa Merde del General Cambronne
Poco antes del fin, rodeados y diezmados, fueron invitados a rendir las armas. Fue en ese momento cuando el general Cambronne se alzó en medio de los gruñones y gritó:
¡La Guardia muere, pero no se rinde!
Viendo su tozudez, les volvieron a pedir que rindieran las armas, que no hacía falta proseguir la carnicería, y fue entonces cuando exclamó el famoso:
Merde!
que ha pasado a los libros de historia como la Merde de Cambronne.
El general Cambronne renegó a posteriori haber dicho ninguna de ambas frases, básicamente porque acabó rindiéndose, y también hubo polémica al adjudicarla algunos al también general Claude-Étienne Michel (incluso sus descendientes llegaron a pleitearse), pero posteriormente le fue erigida una estatua en Nantes, grabando la frase, bueno, la de ¡La Guardia muere, pero no se rinde!, ya que la otra no quedaba bien.
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