Dentro de este modelo surgieron los falansterios, pueblos autosuficientes donde la propiedad privada desaparecería en propiedad comunal y las personas se liberarían del yugo del vil capitalismo que había degradado a condición de esclavos a millones de empleados en las fábricas de la Revolución Industrial.
Robert Owen trató también de reformar el modelo de trabajo de la industrialización introduciendo medidas beneficiosas para los obreros. Dentro de su plan estaba la creación de granjas cooperativas dedicadas al desarrollo agrícola como forma de regeneración y cambio social. Se crearían así unas pequeñas comunidades agrarias que reeducarían al ser humano, llevándolo a un nivel cultural y moral superior. Owen impulsó la creación de comunidades agrícolas donde no existía la propiedad privada supeditando la agricultura al trabajo industrial. En 1832 ya existían unas 500 cooperativas que englobaban a 20.000 trabajadores. Owen centró todas sus energías en defender los intereses de los trabajadores, y se vinculó con el Movimiento Obrero Británico a pesar de que era empresario.
La Colonia Santa Eulalia, socialismo utópico
La Colonia de Santa Eulalia es interesante porque implicó la construcción y planeamiento, en la provincia de Alicante a finales del siglo XIX de un modelo que guardaba ciertas similitudes con el Socialismo Utópico. Fue fundada por Antonio de Padua y Saavedra, conde de Alcudia y su esposa María Avial Peñas, vizcondesa de Alcira, como una finca agrícola y llegó a ser casi autosuficiente. Fue posible a raíz de una ley de 1868 y comenzó su construcción a partir de finales del XIX acogiendo a obreros y labradores que con sus familias decidieron instalarse en este nuevo enclave.
Todo el conjunto arquitectónico es muy interesante y se compone, en un estado deplorable de ruina, de las casas de los trabajadores, una enorme fábrica de harinas y otra de alcohol ( hubo almazaras y hasta se llegó a comercializar vino) , el magnífico palacio de los condes ya mencionado, un teatro art-decó en donde actuaron las mejores compañías de Zarzuela del país, un economato, un casino (el casinete), hospedería, estación de ferrocarril y diversas dependencias entre las que se encuentran bodegas, almacenes y almazaras. Todo ello articulado en torno a dos plazas cuadrangulares. En la plaza principal se encuentra la ermita de Santa Eulalia.