En estas cuatro líneas, vamos a intentar dar razones para que el lector analice si verdaderamente estaba loca, o fue víctima de las circunstancias y de los intereses del marido, el padre y el hijo, y ha pasado a la historiografía con adjetivo totalmente injusto.
Juana I de Castilla y Aragón; la reina No loca
Juana I de Castilla y Aragón, fue una mujer adelantada de su tiempo en algunas temas, no estaba dispuesta a consentir los devaneos de su marido sin más, esto le acarreo muchos sin sabores, además se encontró en todo momento de su vida en una encrucijada en la que ella juagaba el peor papel, se casa para contribuir al aislamiento del reino de Francia, y es ella quien lo sufre, mueren sus hermanos mayores, y le toca ser heredera a ella, su marido con una ambición desmedida la aísla y quiere gobernar por ella, algo que con matices se repetiría con su padre y con su hijo.
Juana recibe la educación acorde a una infanta que no iba a gobernar, formación en idiomas, dominio del latín, humanidades, y música. Se consideraba que con esto se podía desenvolver en cualquier corte europea, en sus primeros años en Flandes aprende Frances. Analizando sus libros de lectura podemos decir que conoce el movimiento “Devotio Moderna”. Toda esta información nos describe una mente abierta y despierta.