José de Escandón, el español que fundó Nuevo Santander y primer ganadero de Texas

La figura de José de Escandón se encuentra inseparablemente unida a los territorios del noreste de México y sur del estado de Texas, de los cuales tomó posesión  para la corona española fundando numerosas ciudades que constituyeron la gobernación de Nueva Santander.

Lo singular de Escandón fue que lo hizo dos siglos después del siglo de oro español, con conceptos religiosos diferentes y bajo una dinastía distinta: la de los Borbones.

El Noreste novohispano o Seno mexicano

Las dilatadas costas del Golfo de México o Seno Mexicano fueron recorridas y exploradas desde las primeras décadas del siglo XVI. Por su cercanía con las bases establecidas en el Caribe, la región del Pánuco cobró gran importancia para los españoles como puesto de avanzada o de repliegue dada su estratégica ubicación al norte de la frontera cultural mesoamericana.

Tras la conquista de Cortés se creó el virreinato de Nueva España con una extensión que abarcaba desde el actual Belize en Centroamérica hasta los estados de California y Texas. No obstante, la riqueza minera de otros territorios y la dificultad que suponía tomar las tierras del noreste mexicano ocupado por los indígenas huastecas, nómadas y cazadores recolectores hizo que los esfuerzos colonizadores se dirigiesen a otros lugares, resultando que la colonización de los actuales Estados del sur de EEUU se llevase a cabo de oeste a este y no de norte a sur.

El objetivo del gobierno de Nueva España era poblar aquellas alejadas tierras del norte y establecer nuevas ciudades para lo cual resultaba imprescindible ordenar y controlar a la población indígena, mucho más dispersa que la del centro y sur del virreinato. Eso determinó el establecimiento de órdenes del clero regular, principalmente jesuitas en la zona del noroeste y franciscanos en el centro-norte y noreste del territorio novohispano, con el objetivo de organizar políticamente aquellos alejados territorios y cristianizar a los grupos indios que aún permanecían en estado «salvaje».

Para ello se valieron principalmente dos recursos: las misiones y los presidios que se habían ido estableciendo a lo largo de los siglo XVI y XVII; éstos últimos, eran guarniciones militares construidas alrededor de minas para protegerlas de ataques mexicas.La ocupación de Texas comenzó formalmente cuando el general Alonso de León y el padre Damián Mazanet fundaron la misión de San  Francisco de los Tejas para catequizar a los indios de la región en la segunda mitad del siglo XVII.

El siglo XVIII

Nueva España era la posesión más rica del Imperio español al finalizar el siglo XVII; se había incrementado el comercio interno y se habían abierto nuevos caminos, sobre todo hacia el norte, donde se habían descubierto minas y fundado pueblos.

El desarrollo minero, la fundación de ciudades y el poblamiento de más territorios, habían favorecido la expansión comercial y la generación de una mayor riqueza interna al punto que el territorio era el primer productor de plata en el mundo; la producción agrícola y ganadera estaba consolidada y el comercio era dinámico y promovía la expansión del virreinato hacia el norte,

Alrededor de los nuevos centros mineros se fundaban nuevas ciudades y se construían nuevos caminos para comunicarlas y la producción agrícola y ganadera crecía en las grandes haciendas. Sin embargo la actividad comercial, especialmente la ultramarina, estaba estrechamente vigilada y controlada por el Estado español con su política mercantilista de fronteras cerradas.

Así las cosas, con la Corona entretenida en sus conflictos bélicos europeos y dando la espalda a América, los territorios al noroeste de Nueva España y sur de Texas, cuya conquista encerraba una especial dificultad, quedaron relegados y olvidados hasta que  comenzaron a ser ocupados por súbditos de otras naciones, principalmente ingleses.

Fue precisamente tal hecho el que prácticamente obligó al primer rey borbón, Felipe V,  a dictar una Real Cédula de 10 de julio de 1739 para que el virrey y la Real Audiencia de México formaran una Junta de Guerra y Hacienda con el fin de estudiar la cuestión, fijase las condiciones y financiación así como que se eligiera a la persona más idónea para asumir la colonización del territorio.

José de Escandón

José de Escandón y Helguera nació el día 19 de marzo de 1700, en Soto de la Marina (Cantabria)  en una familia de modestos hidalgos y sufrió las penurias ocasionadas por la Guerra de Sucesión que provocó la llegada al trono de Felipe V, el primer monarca en España de la dinastía Borbón.

Fuera por ésta u otra razón, el caso es que con 15 años ya se encontraba en Nueva España sirviendo como como cadete voluntario en la Compañía de Caballeros Montados y Encomenderos de Mérida, en el Yucatán mexicano, donde luchó con los piratas invasores ingleses por lo que fue ascendido al grado de teniente de una compañía de milicias en Querétaro iniciando una brillante carrera militar

Desde allí participó en varias expediciones, la mayoría a su costa, para rechazar los frecuentes ataques de los indios nómadas de Sierra Gorda y sofocó una insurrección en Celaya y varias sublevaciones indígenas en las minas de Guanajuato e Irapuato, y, más tarde, en Querétaro.

Su capacidad como militar e incesante actividad le fueron proporcionando un sólido renombre y posición que acrecentó por la vía matrimonial, al punto de crear una empresa de obras en Querétaro y acumular una fortuna considerable, sin que esto le impidiera continuar con su carrera militar llegando a participar en las luchas contra los indios nómadas y en las guerras contra los apaches provenientes del espacio geográfico más norteño denominado Apachería.

Escandón efectuó unas primeras expediciones a la casi desconocida e insurrecta  Sierra Gorda entre 1735 y 1738. En 1740 se le ascendió a coronel y en 1741 obtuvo el título de teniente de capitán general de Sierra Gorda, sus fronteras, misiones y presidios, pero la situación política cambió a causa de las incursiones francesas en la Luisiana y de las inglesas a lo largo de la costa del golfo de México, lo que decidió a Fernando VI  a rescatar la olvidada e incumplida Real Cédula de su padre Felipe V para completar la conquista del noroeste novohispano. Escandón fue destinado a Veracruz, defendiéndola con éxito de los británicos durante la Guerra del Asiento, y después regresó a Querétaro para acometer la que sería la empresa de su vida; la conquista y colonización del territorio que sería conocido como Nuevo Santander (que abarcaría el actual estado mexicano de Tamaulipas y el sur de Texas).

El proyecto

La Corona encargó al virrey de Nueva  España Juan Francisco Güemes y Horcasitas, primer conde de Revillagigedo, que escogiera la persona adecuada para la empresa y en 1746 , tras la presentación de varios planes, y se  decidió nombrar al coronel José de Escandón y Helguera como lugarteniente del virrey para ocupar la Costa del Seno Mexicano  de conformidad con el plan propuesto por éste. El virrey ordenó el establecimiento de la Colonia de la Costa del Seno Mexicano, desmembrándola del Nuevo Reino de León, que recibiría el nombre de Nuevo Santander propuesto por el propio Escandón, También se aprobó un presupuesto de 115.000 pesos para la nueva expedición, además de 500 pesos por cada nuevo colono que se presentase.

Aprobado el plan de Escandón, éste acometió dos tareas fundamentales; atraerse a los hombres prominentes y poderosos de Nueva España como hacendados para la fundación de las villas, así como a los militares para la defensa del territorio y conseguir a los nuevos pobladores, para lo cual tuvo el acierto de no hacer distinción de raza, credo o condición social para admitir a cuantos quisieran participar en la empresa, ofreciendo, además, tierras a todos ellos.

La expedición

Escandón – que ya había hecho diversas expediciones a Sierra Gorda – aprovechó el año siguiente para hacer otras de exploración del terreno y preparar la expedición, y a finales de 1748  partió de Querétaro con 750 soldados y un gran número de familias que sumaban unas 3000 personas marchando en carretas con todas sus pertenencias en busca de una vida más próspera.

Un dato relevante acorde con nuevos tiempos e ideas es que Escandón relegó a los religiosos a un papel casi simbólico, poniendo de avanzadilla a militares y en la retaguardia a los futuros pobladores civiles. Su caravana conquistaba lugares, fundaba ciudades y las poblaba todo al mismo tiempo, resultando un prodigio de intendencia, logística y organización. La conquista de Escandón tuvo más semejanzas con la del Oeste norteamericano por los sajones que con cualquiera anterior española y al igual que en ella los españoles también encontraron resistencia indígena si bien menor en la zona mexicana al encontrarse con huastecas y Tamaulipas, que eran nómadas cazadores- recolectores, que en la actual estadounidense dónde debieron enfrentarse con los beligerantes apaches y comanches.

En su trayectoria el grupo pasó por Tula, Palmillas y Jaumave, lugares que fueron dotados de autoridades y de cuerpos de defensa, a fin de crear un corredor de auxilio seguro para los hispanos en caso de que los indios iniciaran una rebelión.

De allí marcharon hacia las estribaciones de la Sierra Madre Oriental y de la Sierra de Tamaulipas y en margen Sur del río Guayalejo, Escandón fundó de la primera villa q la que bautizó Llera en honor a su segunda esposa Josefa de Llera y Ballas. Una semana después fundó  San Francisco de Güemez (hoy Güemez), en la confluencia de los ríos San Felipe y Santa Engracia y a los pocos días tuvo lugar la fundación de San Antonio de Padilla a la derecha del río Purificación.

Creados los primeros asentamientos, Escandón decidió buscar un lugar idóneo en el centro de la comarca para establecer la capital de la nueva gobernación, tarea en la que invirtió algo más de un mes, hasta que el 17 de febrero decidió finalmente  fundar la Villa de los Cinco Señores de Santander (Jiménez) al noreste del arroyo de Flechadores.

Tanto el nuevo territorio como su capital, recibieron el nombre de Santander en recuerdo de la provincia española de la que eran originarios tanto el virrey como Escandón

La expedición continuó fundando nuevos asentamientos a uno y otro lado del Río Grande/Bravo que iban recibiendo más nombres de la provincia natal de Escandón: Camargo, Reynosa, San Fernando, Altamira, Bustamante, Revilla, Soto de la Marina,  Aguayo, Santillana. Mier, Santo Domingo de Hoyos y San Agustín de Laredo

Nacimiento del Nuevo Santander

Con el establecimiento de Laredo sumaron veintiuna las poblaciones fundadas en la Colonia del Nuevo Santander, siete más de las fijadas en el proyecto de colonización, si bien no se superaron los costes inicialmente presupuestados toda vez que todos los excedentes fueron saldados por don José de Escandón.

El criterio que se siguió para marcar la ubicación de las poblaciones estuvo regido, en primera instancia, por la calidad de la tierra y los recursos con que contaba cada territorio, pero también obedeció a criterios militares que tenían por objeto la defensa de los colonos y el mantenimiento de la paz con los indios.

Escandón construyó caminos comerciales, acequias y canales de riego, introdujo ganado bovino y lanar y buscó y encontró yacimientos de metales preciosos por lo que El Nuevo Santander gozó rápidamente  de gran prosperidad. Las primeras vacas de Texas descendían de las llevadas por Colón desde Canarias en su cuarto viaje.

Pero la palmaria aversión de Escandón por la intervención religiosa en la colonización le paso factura y fue acusado por eclesiásticos  de autoritario a pesar de las amplias facultades que se le habían proporcionado, por lo que al tenerse  en la Corte noticias contradictorias de su labor, el territorio fue inspeccionado en varias ocasiones, a resulta de las cuales se ordenó cambiar algunas poblaciones a otros lugares y se sentaron las bases para el cierre del puerto de Soto la Marina por la presión de los comerciantes de la capital veracruzana que luchaban por mantener sus privilegios mercantiles y Escandón sería retirado de la Gobernación y sustituido por el mariscal Palacios coincidiendo con los proyectos reformistas de la Corona.

A pesar de esto y antes de finalizar su proyecto, Fernando VI ya le había concedido el título de conde de Sierra Gorda y de caballero de la Orden de Santiago. Escandón moriría entre la indiferencia general, pero su inmensa labor aportó a la Corona la fundación de 24 poblaciones en un territorio superior a los 70.000 km2 y la introducción de más de un millón de cabezas de ganado en el mismo, razón por la cual todavía es hoy reconocido como “el primer ganadero de Texas. Tiene monumentos en las ciudades mexicanas de Reynosa y Ciudad Victoria y en las texanas de Alice y  Houston, en la 00 Southern Texas University y muchas escuelas, universidades y hasta festivales de música llevan su nombre en ambas márgenes del Río Grande/Río Bravo.

Autor: Ignacio del Pozo Gutiérrez para revistadehistoria.es

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