Si hay dos elementos caracterÃsticos de la Grecia Antigua son las ciudades-estado, conocidas como póleis, y los hoplitas. Ambos intrÃnsicamente relacionados, puesto que uno puede ser el origen del otro, lo que se conoce como la Revolución Hoplita. Un cambio de paradigma en la sociedad griega propiciado por el auge de una clase ciudadana que acabarÃa teniendo protagonismo tanto en la guerra como en el gobierno de su ciudad.
Un gran misterio, a dÃa de hoy sin resolver y que sigue haciendo correr rÃos de tinta es saber quiénes eran estos hoplitas. Aunque las formas, tanto de los hoplitas como de la falange, están más o menos claras, su origen no lo es tanto. Existe una gran cantidad de incógnitas sobre quienes eran realmente los que conformaban la clase hoplÃtica, los ciudadanos capaces de financiarse toda la panoplia guerrera y que tuvieran un interés en proteger la polis, es decir, sus tierras y sustento. Las teorÃas oscilan entre la existencia de una clase media que gracias a la participación militar consigue acceder al poder de la ciudad y democratizarlo o la monopolización por parte de una clase terrateniente del ejército y de la polÃtica.
Uno de los elementos a tener en cuenta dentro de la Grecia Antigua es la existencia, bastante prominente, de soldados de fortuna, es decir, mercenarios. Desde el Egeo, llegaban a un gran número de territorios del Mediterráneo y del Próximo Oriente. TendrÃamos, por tanto, un gran número de una especie de soldados profesionales, lo que no quiere decir que fueran los ejércitos de la polis, sino personas que tienen como profesión la guerra u otra actividad relacionada con el conflicto, como piratas o saqueadores, no siendo excluyentes estas actividades con la de soldado a sueldo.