Sus obras y su pensamiento lo convirtieron en uno de los principales exponentes del humanismo cristiano y lo situaron en el centro de las tensiones religiosas, políticas y culturales que agitaban Europa a finales del siglo XV y principios del XVI.
Erasmo de Rotterdam fue una de las figuras más influyentes del Renacimiento europeo, un pensador que encarnó el espíritu de la reforma intelectual y moral en una época de profundos cambios.
Sus obras y su pensamiento lo convirtieron en uno de los principales exponentes del humanismo cristiano y lo situaron en el centro de las tensiones religiosas, políticas y culturales que agitaban Europa a finales del siglo XV y principios del XVI.
La vida de Erasmo fue una constante búsqueda del conocimiento y la virtud, una crítica mordaz al dogmatismo y una defensa incansable de la tolerancia y la razón.
Erasmo nació en 1466 (según otras fuentes, en 1469) en Rotterdam, en los Países Bajos, un territorio que formaba parte del Sacro Imperio Romano Germánico. Su infancia transcurrió en un entorno marcado por la inseguridad y la pobreza, y la muerte temprana de sus padres lo dejó huérfano a una edad temprana. Fue enviado a un monasterio agustino, donde recibió una formación rigurosa en latín y literatura clásica. La Europa en la que Erasmo creció estaba marcada por profundos cambios. La Iglesia católica, que había sido la principal institución de poder durante siglos, comenzaba a mostrar signos de debilidad y corrupción. La creciente secularización de la sociedad, el desarrollo de las universidades y la aparición de la imprenta transformaban la forma en que el conocimiento se transmitía y consumía.