Tenía 11 años Enrique III, llamado el Doliente, por su precaria salud, cuando subió al Trono de Castilla y León, tras la muerte de su padre Juan I, Rey de Castilla. En 1388 se había casado con Catalina de Lancaster, de 14 años, por lo que tuvo que posponerse la consumación del matrimonio.
Los hijos vinieron 13 años después: María, Catalina y Juan, que fue el heredero al Trono. Enrique fue el primero en llevar el título de Príncipe de Asturias, creado para el heredero de la Corona de Castilla.
Enrique III, el Doliente
En 1396, el Monarca portugués, Juan de Avis, sin previa declaración de guerra, entró en Extremadura y tomó Badajoz. Enrique III obró con rapidez disponiendo que la Armada, mandada por Diego Hurtado de Mendoza, hostigara a la flota y las costas lusas. El incendio de Viseo (La Coruña) y la toma de Miranda de Duero por las tropas castellanas obligaron al portugués a solicitar la paz que fue aceptada por Enrique III en 1398, acordándose la devolución de las plazas conquistadas por uno y otro.
Libre ya de las guerras peninsulares, consolidada la paz con Francia, que permitía la libre exportación de la lana a los puertos del Norte europeo, y afianzada la amistad con Aragón, con lo que la flota del Mediterráneo gozaba de libertad de movimientos, Enrique III se dispuso a limpiar el Estrecho de los piratas moriscos. Una expedición de castigo consiguió tomar e incendiar la ciudad de Tetuán, principal bastión pirata. En 1402, bajo la dirección de los normandos Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle, que fueron autorizados, subvencionados y protegidos por Castilla, se llevó a cabo la primera fase de la conquista de las Islas Canarias.
La llegada al poder de Muhammad VII en Granada se caracterizó por una serie de ataques contra Murcia y otras plazas fronterizas en 1405. Dada la enfermedad de Enrique III, se llamó a su hermano Fernando para que se pusiera al frente de un gran Ejército. El fallecimiento del Rey, acaecida el 25 de diciembre de 1406, obligó a suspender los preparativos de la campaña contra Granada.
Enrique III instituyó el oficio de corregidor, encargado de representar al Rey en los consejos, reafirmó la autoridad Real después de doblegar a los nobles y disminuyó la autonomía de los Municipios. Envió embajadas a Timur Lang, considerado como el fundador del segundo Imperio mongol, y a Bayaceto, sultán de los turcos otomanos. A Enrique III le sucedió en el Trono de Castilla su hijo, Juan II, que tenía dos años.
Autor: José Alberto Cepas Palanca para revistadehistoria.es
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RÍOS MAZCARELLE, Manuel. Reyes de España.