Desde el Siglo III d.C. en la parte occidental del imperio, entró en decadencia debido a problemas económicos, sociales y políticos. El sistema de producción esclavista se quebró, las actividades artesanales y comerciales se estancaron, la economía se ruralizó, las diferencias sociales se acentuaron, los ingresos del Estado disminuyeron y el ejército se hizo cargo del gobierno.
A todo ello se sumo (Siglo V d.C.) la presión de los pueblos germanos sobre las fronteras del imperio, que poco a poco acabaron haciéndose con el poder y con la caída Imperio de Occidente (476 d.C.). Acontecimiento que dio lugar a la división del antiguo imperio y a una nueva estructura socioeconómica, el feudalismo
La crisis del Siglo III d.C
Igualmente, esta situación de descontrol causó la generalización de invasiones, razzias y piratería a lo largo de todo el Imperio por parte de diferentes pueblos: francos, alamanes, francos, godos, escitas, persas y partos
Se produce así un deterioro de las vías de comunicación por las destrucciones provocadas por las invasiones. Teniendo una incidencia directa sobre el comercio que disminuyó considerablemente por este motivo, la crisis de producción, por la piratería, bandidaje… Lo que acabó por romper toda la seguridad con la que había contado el comercio para sus intercambios.
Sin duda, todo este panorama tuvo un gran impacto sobre la población, que descendió considerablemente debido a la extensión de grandes epidemias como la de peste. Igualmente, aumentaron los desplazamientos por parte de las capas más desfavorecidas de la sociedad, la población urbana se desplazó hacia las zonas rurales buscando comida debido al aumento de los precios y la escasez. Y parte de la población rural se dirigió a la ciudad buscando la protección de las grandes urbes amuralladas. Paralelamente, mientras que la mayor parte se empobrecía, una minoría se enriqueció (polarización de la sociedad) y la producción entró en un periodo de escasez, aumentando sus precios
A su vez, el sistema esclavista disminuyó, ya que dejo de ser rentable en el momento que se agotaron los excedentes y el comercio se hundió. Con todo esto, durante el Siglo III, el colonato se transformó en la forma de producción predominante, más segura y rentable, ante el empobrecimiento de la sociedad que buscaba la protección, creándose una clase de productores agrícolas dependientes y distintos a los esclavos y a los arrendatarios libres. Dando lugar al inició de las formas feudales.
Medidas para frenar la crisis
Desde el poder se hicieron esfuerzos para remediar y frenar esta crisis. Así a finales del Siglo III d.C. y principios del Siglo IV, los emperadores Diocleciano y Constantino llevaron a cabo toda una serie de reformas para sanear el sistema económico: Reordenación del sistema fiscal, adscripción a la tierra y al trabajo, Edictum de petris rerum venalium (310 d.C.), reforma del sistema monetario, la fundación de la tetrarquía (cuatro gobernantes, dos Augustos y dos Césares, más el Augusto Senior).
Estas medidas, sirvieron para que el Imperio sobreviviese durante el Siglo IV pero a la larga tuvieron el efecto contrario La reforma fiscal no solución mucho porque la carga de los impuestos siguió siendo dura para una sociedad empobrecida, la adscripción a la tierra no hizo más que empobrecer al pequeño campesino que se convirtió en una clase prácticamente esclava (estaba obligado a esta ligado a la tierra y a un señor), la vinculación de los profesionales con su profesión acabo por ser un sistema de coacción que en gran medida provocó la caída de la producción, el establecimiento de un precio máximo sobre los productos acabó por encarecer los precios porque no se aplicó correctamente, la reforma monetaria no consiguió frenar la devaluación y la división del imperio acabó por generar luchas de poder entre los cuatro soberanos
Autor: Rocío Rivas Martínez para revistadehistoria.es
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Bibliografía
BUENO, Jose, La caída del Imperio Romano. Pensamiento filosofía. Barcelona, 1980.
CAMERON, Rondo, Historia económica mundial: desde el Paleolítico hasta el presente. Madrid, Alianza, 2005.
CODOÑER, Carmen, y, FERNÁNDEZ-CORTE, Carlos, Roma y su Imperio. Madrid, Anaya, 1991.
Ricard Llapart Martín
28/08/2022 @ 02:54
Excelente trabajo que muestra un marcado paralelismo entre lo sucedido en el bajo imperio y lo que está sucediendo en nuestros días.