El Motín de Aranjuez: Guerra de la Independencia en Andalucía

La independencia y las Cortes de Cádiz van a marcar las transformaciones revolucionarias de la política de España. Con las Cortes de Cádiz termina el Antiguo Régimen, lo que significa el fin de la monarquía absoluta y la abolición de una sociedad estamental y de gremios. Con Godoy hay un antes y un después en la historia de España. Godoy y Napoleón firman el conocido Tratado de Fontaineblau el 27 de octubre de 1807 con la participación de Portugal. En virtud del cual las tropas francesas entrarían en España.

El Motín de Aranjuez

Esta penetración de las tropas francesas se hace pacíficamente, pero pronto el malestar e intranquilidad en el país se hace notar cuándo se dan cuenta que los franceses no estaban cumplido con el tratado, ya que los franceses se dirigían por provincias españolas, y no se dedicaría exclusivamente a invadir Portugal sino más bien a invadir a España. Se produce el llamado Motín de Aranjuez, el cual tuvo lugar a mediados de marzo de 1808. Godoy es encarcelado y el rey Carlos IV abdica a favor de su hijo Fernando. Se culpa a Godoy de todos los males del país. Asaltan su casa, el palacio botánico. De todo esto llama mucho la atención su rápida extensión y que el pueblo destruye pero no roba.

El Motín es importante porque tendrá una consecuencia política esencial, ya que Godoy no solo es en encarcelado sino que Carlos IV perderá el trono en favor de su hijo.

Napoleón aprovechando la coyuntura llama a la familia Real en Francia y una vez allí, obliga a una serie de abdicaciones de Bayona. Llama a Carlos IV y a Fernando VII y les obliga a renunciar al trono para poner a su hermano, José I.

Napoleón se aprovecha de la situación y llama a otras personas, pero con lo que no contaba era con el levantamiento del pueblo de Madrid hacía las tropas napoleónicas. Esto es lo que se conoce como los Sucesos del 2 de Mayo de 1808, lo que dará lugar a la Independencia,  representado en 1814 por el pintor Francisco de Goya.

La Guerra de la Independencia en Andalucía

La fragilidad del Estado Español es tal que el Estado tradicional de España se cae literalmente. Hay una reacción popular hacia los franceses y se forman unas Juntas tanto a nivel local, regional y suprema.  Las juntas constituyen el poder alternativo que crea el pueblo español cuando el Estado se ha desintegrado. Estas juntas las forman, si bien es cierto, que el pueblo es el primero que reclama la creación de la junta, y lo que mayor llama la atención es la carencia de su participación en ellas y nos vamos a encontrar a nobles, militares y algún que otro comerciante.

En septiembre de 1808 se crea la Junta Central-Suprema que se encarga de la representación del gobierno de España hasta prácticamente, finales de 1809. Pero estas juntas reciben fuertes críticas por los liberales más exaltados que van a criticar del gobierno sus continuos vaivenes en su política y nombramiento de cargos militares para su ejército. En efecto, cuando se analiza los 45 miembros que componen la Junta, de 35 solo tres pertenecían al estado llano, el resto era mayoritariamente nobles, algún clérigo, y militar. Y si analizamos al presidente, veremos que era el viejo conde de Floridablanca que era una persona con un talante conservador.

Estas Juntas en vez de poner orden hace todo lo contrario. Y realmente analizándolas recuerda mucho al Antiguo Régimen: continuas obediencias; se sigue pidiendo sacrificios a los españoles sin ningún tipo de compensación; y cuando se dirigen a los españoles prefieren utilizar la expresión vasallos cómo si fuera un estado feudal.

¿Qué va a provocar esta actitud conservadora? Pues va a despertar un gran descontento en determinadas juntas provinciales como la de Valencia o Andalucía.

Esto conlleva que la Junta Suprema-Central se disuelva a finales de 1809, pero antes se había decidido abrir una consulta al país para provocar unas cortes para que decidieran sobre el futuro de los españoles. Y aquí nos encontramos discrepancias. Por un lado, las autoridades de Cádiz se niega a ir en contra de los franceses. La resistencia del comandante de la plaza, Solano, Capitán General de Andalucía, al asalto de los restos de la flota francesa fondeada en el puerto, que terminó provocando una revuelta que terminaría en asesinato. Por otro lado, en Córdoba se depuso  a una Junta de Tranquilidad, que rechazaba la resistencia.

Ante tales discrepancias, Jovellanos, que era miembro de la Junta, decidió plantear una situación intermedia, que era una Corte con dos cámaras legislativa (Consejo y Senado), una formada por los privilegiados (nobleza y clero), y otra formada por el estado llano.

Pero el 6 de junio de 1808 la Junta de Sevilla declara la guerra a los franceses, que ya había penetrado en Sierra Morena, al mando de Dupont, el cual llega hacía abajo, cruzando Despeñaperros y cuando se entera de que hay un levantamiento popular hacia él, se dirige hacía Córdoba y desde aquí quiere llegar a Cádiz.

Empieza la guerra… La vamos ir analizando en cuatro fases:

Primera fase: Campaña del verano de 1808

Sin lugar a duda fue la más complicada para los franceses. Éstos tenían dos objetivos: intentar mantener abierta de forma permanente la comunicación entre Madrid y la frontera. E intentar llegar cuanto antes a Cádiz donde parte de la marina de guerra francesa se encontraba bloqueada o rodeada por la marina británica en el mar y los cañones de la marina española en la costa. Objetivos que no fueron conseguidos por la Batalla de Bailén.

Los franceses pretendían ocupar Cádiz y para ello extienden hacia Andalucía unos 14.000 hombres al mando del general Dupont. Éste se desvió a Córdoba, en vez de dirigirse a Cádiz directamente, y allí se dedicaron al saqueo. Cuando ya terminaron en Córdoba pretendieron continuar su viaje, pero se encontraron con la sorpresa de que se había formado un ejército por la Junta Provincial de Sevilla, cuyo objetivo era cerrar el paso por Despeñaperros. Dupont, sin pensarlo dos veces, decide acudir al enfrentamiento con dicho ejército y se produce un combate en campo abierto, y para sorpresa de los franceses fueron derrotados.

Los franceses no daban crédito a lo sucedido porque eran la primera vez que eran derrotados en campo abierto por un ejercito español formado a la carrera. ¿A qué es debido? Pues en primer lugar, un error táctico de Dupont, su confianza le jugó una mala pasada. Dejó la iniciativa en manos de los españoles que supieron aprovechar para elegir el lugar y el momento del combate. El calor también le jugó una mala pasada a los franceses. Era tal el calor que hacía en Bailén que hizo estragos al ejército francés, sobre todo cuando le faltaba el agua. Y cómo no, la avaricia, obstáculo y torpeza de Dupont que le planteó a los franceses para su movimiento el botín de Córdoba. Y esto es lo que provocó que los pueblos vecinos le hicieran una encerrona a los franceses.

La consecuencia final fue, la derrota psicológica para los franceses que cuando llegaron las noticias a Madrid el rey huye y se retira a Vitoria por lo que pudiera ocurrir.

Sin embargo los españoles perdieron un tiempo precioso porque en vez de preparar una resistencia no tomaron ninguna medida efectiva porque en vez de prepararla, los miembros de la junta se enfrentan y es por ello que la guerra sigue y tenemos que hablar de la segunda fase dónde hay un vuelco en la contienda.

Segunda fase: Campaña Napoleónica (1808-1809)

Napoleón, ante el fracaso de la primera fase decide tomar la dirección de la guerra. Y para ello decide volver otra vez para invadir a la Península, pero ahora con lo mejor de su ejército y sus mejores generales como Soult, Ney y de unos 250.000 hombres dirigidos por estos generales que no van a encontrar resistencia alguna por un ejército español mal equipado y mal coordinado. Sería un auténtico paseo militar para Napoleón. De hecho, consigue dominar durante dos años la Península, llegando a las puertas de Cádiz y pone al trono a su hermano José Bonaparte y los ingleses tienen que huir hacía la cumbre.

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