Influencias Culturales y Científicas
Más allá de su función práctica, el Faro de Alejandría también tuvo un impacto significativo en la cultura y la ciencia. Como símbolo de la innovación helenística, inspiró a arquitectos e ingenieros de todo el mundo antiguo. Su construcción representó un logro impresionante de la ingeniería de la época, y su diseño influyó en la arquitectura de faros en siglos posteriores.
La Biblioteca de Alejandría, otro de los grandes logros de la ciudad, se benefició del tráfico constante de comerciantes y académicos atraídos por el puerto seguro proporcionado por el faro. Estos visitantes traían consigo manuscritos y conocimientos de tierras lejanas, contribuyendo al vasto acervo de la biblioteca y fomentando el intercambio intelectual. En este sentido, el faro no solo iluminaba las rutas marítimas, sino que también ayudaba a difundir el saber y el conocimiento.
Declive y Destrucción
A pesar de su grandeza y utilidad, el Faro de Alejandría no pudo escapar a los estragos del tiempo y la naturaleza. La región del Mediterráneo oriental es propensa a los terremotos, y Alejandría no fue una excepción. Entre los siglos IV y XIV, varios terremotos dañaron gravemente la estructura del faro. Los registros históricos indican que los terremotos de 956, 1303 y 1323 fueron especialmente devastadores.
El golpe final llegó con el terremoto de 1323, que dejó al faro en ruinas. Para el siglo XV, gran parte de la estructura había colapsado y los restos fueron reutilizados para construir la fortaleza de Qaitbay en 1480, que aún se erige en el mismo lugar donde una vez estuvo el faro. A lo largo de los siglos, el recuerdo del faro se mantuvo vivo a través de relatos históricos, mapas y descripciones de viajeros.
Redescubrimiento y Excavaciones
El interés por el Faro de Alejandría nunca se desvaneció por completo. Durante el siglo XIX y principios del XX, varios arqueólogos y exploradores intentaron localizar los restos del faro, aunque con éxito limitado. Fue en 1994 cuando un equipo de arqueólogos submarinos, liderado por Jean-Yves Empereur, descubrió los restos sumergidos del faro en el puerto oriental de Alejandría.
Los hallazgos incluyeron bloques de piedra y estatuas que se cree formaban parte de la estructura original del faro. Estas excavaciones submarinas proporcionaron valiosa información sobre la construcción y el diseño del faro, así como sobre su colapso y el entorno en el que se encontraba. El descubrimiento de estos restos ha permitido a los arqueólogos y a los historiadores obtener una comprensión más profunda de una de las maravillas más emblemáticas del mundo antiguo.
El Faro en la Memoria Colectiva
El Faro de Alejandría ha dejado una impresión duradera en la historia y la cultura. A lo largo de los siglos, ha sido objeto de innumerables leyendas, relatos y obras de arte. Los antiguos escritores, como Estrabón y Plinio el Viejo, describieron su magnificencia y su funcionalidad, consolidando su lugar en la memoria histórica.
Hoy en día, el Faro de Alejandría sigue siendo un símbolo de la ingeniosidad humana y de la capacidad para superar los desafíos de la naturaleza mediante la innovación y el esfuerzo colectivo. A través de los restos arqueológicos y las descripciones históricas, podemos vislumbrar la grandeza de esta estructura y apreciar su importancia en el desarrollo de la navegación y el comercio en el mundo antiguo.
¿Eres Historiador y quieres colaborar con revistadehistoria.es? Haz Click Aquí
Suscríbete a Revista de Historia y disfruta de tus beneficios Premium