Francisco Jiménez de Cisneros, cuyo nombre de pila era Gonzalo, fue cardenal, arzobispo de Toledo, primado de España y tercer inquisidor general de Castilla, perteneciente a la Orden Franciscana. Asimismo, gobernó la Corona de Castilla en dos ocasiones por incapacidad de la reina Juana.
Entre 1506 y 1507 presidió el Consejo de Regencia que asumió el gobierno castellano tras la muerte del rey Felipe I el Hermoso en espera de la llegada de Fernando el Católico. Entre 1516 y 1517 volvió a hacerse cargo del gobierno tras la muerte del rey Fernando y en espera de su nieto Carlos I.
El Cardenal Cisneros
El año 1504 será relevante y decisivo en la vida de Cisneros fundamentalmente por dos motivos: por un lado, la realización del magno proyecto editorial que no terminaría hasta 1517. Nos referimos a la realización e impresión de la Biblia Políglota Complutense, en latín, griego, hebreo y arameo.
Sin embargo, la muerte repentina de éste, en 1506, traerá consigo una regencia encabezada por Cisneros, el cual tendrá que dirigir la vida política del país hasta que el rey Fernando regrese desde Nápoles. Como premio a su fidelidad, Fernando consigue para él la dignidad cardenalicia en 1507 y le encomienda la dirección de la Inquisición. A raíz de este nombramiento, y dado el cariz del mismo, comienza la participación activa e Cisneros en diversas campañas como la conquista de Orán (1509).
En 1516 fallece el rey Fernando y Cisneros volverá a ser nombrado regente de Castilla mientras el hijo natural de Fernando, Alonso, es nombrado regente de Aragón. Sin embargo, y contra todo pronóstico, la muerte le sorprenderá en plena acción y lucidez en Roa (Burgos) el 8 de noviembre de 1517, cuando iba al encuentro del nuevo monarca, Carlos I.
Cisneros dejo tras de sí una imperecedera fama de asceta, reformador y político. De hecho, fue un destacado mecenas no sólo de instituciones sino también de obras culturales y científicas, cumpliendo el ideal de hombre renacentista. La Universidad de Alcalá será una de sus más importantes creaciones dentro del Renacimiento español, concebida como una gran empresa cultural.
Dentro de la misma institución fundó el Colegio Mayor de San Ildefonso con las facultades de Teología, Artes y Derecho Canónigo. El Cardenal empezó la edificación de la Universidad y del Colegio el 14 de marzo de 1499.
Las primeras Constituciones por las que se rigió este Colegio aparecieron en 1510. En ellas se establecen, además de las prerrogativas y obligaciones de rectores, colegiales y capellanes, normas sobre biblioteca y archivo, reglamentaciones sobre la vida en común de los colegiales, planes sobre los estudios de Artes, Teología, Medicina y Derecho Canónico, fijando los grados que se otorgan, directrices sobre visitas, ceremonial, etc.
El gran proyecto de Cisneros se fue ampliando con la creación de un gran número de colegios mayores y menores, dieciocho en total, doce iglesias, ocho monasterios, cuatro hospitales y un elevado número de obras de caridad y beneficencia.
Hasta tal punto fue importante la figura de Cisneros que incluso su apellido sirvió para dar nombre a un estilo arquitectónico, “estilo Cisneros”, llevado a cabo en Toledo y Alcalá de Henares durante su regencia. Las obras más significativas de este estilo fueron la antesala capitular de la catedral de Toledo, y la capilla y el paraninfo de la Universidad Complutense de Alcalá.
Autora: Elena Casas Castells para revistadehistoria.es
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