Contra Armada, objetivos
Los objetivos de la Contra Armada inglesa eran tres. El mas importante, destruir el grueso de la Armada Invencible, que estaba reconstruyéndose en las costas cántabras, pues nada menos que 102 barcos españoles se estaban reparando en los astilleros.
El Segundo, tomar Lisboa y entronizar al prior de Crato, Antonio de Crato pretendiente a la Corona portuguesa, y primo de Felipe II, que viajaba con la expedición.
En tercer lugar, tomar las islas Azores como base inglesa para intentar capturar la flota de Indias. Esto último permitiría a Inglaterra tener una base permanente en el Atlántico desde la que atacar los convoyes españoles procedentes de América, lo que supondría un avance significativo hacia el objetivo más a largo plazo de arrebatar a España el control de las rutas comerciales hacia el Nuevo Mundo.
Contra Armada, la financiación y planificación
La Armada inglesa se financió como una inversión en bolsa, es decir la reina Isabel aportó la cuarta parte y los holandeses, aliados de los ingleses, un octavo; el pretendiente portugués, Antonio de Crato, aportó también el dinero y las joyas de la Corona portuguesa que había robado. Así, en abril de 1589 zarpó la expedición con casi 150 buques, entre ellos seis galeones, y 25.000 hombres.
Los ingleses no tenían en aquel momento ninguna experiencia en la organización de grandes campañas navales, por lo que la logística fue muy deficiente. El mal tiempo y el retraso de los holandeses causó que se consumiera un tercio de las provisiones antes de salir del puerto. Además sólo había 1.800 soldados veteranos frente a 19.000 voluntarios novatos e indisciplinados, que no se llevaban las armas de asedio indispensables para tomar fortalezas, ni la caballería imprescindible para manejar cargas en las operaciones en tierra.
Otro punto controvertida fue la decisión de otorgar el mando de la escuadra a Sir Francis Drake. Si bien Drake había obtenido notables éxitos actuando como corsario y pirata, y además se auto atribuyó todo el mérito de las operaciones contra la Armada Invencible española, mérito del que dudan diversos historiadores. Los hechos posteriores demostrarían que Drake no era el hombre adecuado para mandar una gran expedición naval.
Contraarmada, comienza la operación
Desde el primer momento, la indisciplina de las tripulaciones inglesas se hizo notar. Antes incluso de llegar a divisar la costa española, ya habían desertado una veintena de pequeñas embarcaciones, con un total de unos 2.000 hombres a bordo. A ello se sumó la desobediencia del propio Drake, quien se negó a atacar Santander como se le había ordenado, alegando vientos desfavorables y el temor a verse cercado por la flota española en el Golfo de Vizcaya o a embarrancar en el Cantábrico.
En su lugar, Drake decidió poner rumbo a la ciudad gallega de La Coruña. No están claros los motivos que le llevaron a tomar esa decisión, pero pudo haber dos razones fundamentales: en primer lugar el deseo de Drake de repetir su éxito de 1587 cuando atacó Cádiz, pues corría el rumor de que en La Coruña se custodiaba un fabuloso tesoro valorado en millones de ducados, lo cual era falso, y por otra parte La Coruña era base de partida de numerosas flotas españolas, por lo que poseía grandes reservas de víveres.
El ataque a La Coruña fracasó ante la increíble tenacidad y valentía de los Coruñeses entre los que se encontraba la heroína popular en la ciudad de La Coruña: Doña María Mayor Fernández de la Cámara y Pita, más conocida como María Pita. (leer artículo relacionado)
La leyenda cuenta que muerto su marido en los combates, cuando un alférez inglés arengaba a sus tropas al pie de las murallas, doña María se fue sobre él con una pica y lo atravesó, arrebatándole además el estandarte, lo que provocó el derrumbe definitivo de la moral de los atacantes.
Después del fracaso de La Coruña, los ingleses se dirigieron a Lisboa, donde una vez mas fueron derrotados, acabando la operación en una total derrota sin precedentes para los ingleses y que constituyó un rotundo fracaso de dimensiones comparables a los de la famosa Armada Invencible española.
Tras la derrota de la Contra Armada, España rehízo su flota, que rápidamente incrementó su supremacía marítima hasta extremos superiores a los de antes de la Armada Invencible. Dicha supremacía duró casi 50 años más.
A raíz de este desastre, el que había sido hasta entonces héroe popular en Inglaterra, Sir Francis Drake, cayó en desgracia.
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