La Classis Britannica fue una de las más relevantes flotas militares del Imperio Romano, encargada de asegurar el dominio marítimo de Roma en las costas del norte de Europa, particularmente en las aguas del Canal de la Mancha y las costas británicas.
Durante los primeros siglos de nuestra era, la Classis Britannica desempeñó un papel esencial en la protección de las líneas de suministro, la expansión militar, y la supervisión de la actividad comercial y pesquera en la región.
El establecimiento de la Classis Britannica puede remontarse a la época de la invasión de Britania por las legiones romanas, lideradas por el emperador Claudio en el año 43 d.C. Las incursiones previas de Julio César entre los años 55 y 54 a.C. habían demostrado la necesidad de una presencia naval estable y efectiva para garantizar la conexión entre la isla y el continente europeo. En estas primeras campañas, los romanos se enfrentaron a importantes desafíos logísticos para trasladar tropas, suministros y caballos a través del Canal de la Mancha, una travesía que se caracterizaba por sus cambiantes y difíciles condiciones meteorológicas.