Jeanette – su nombre de pila – nació en Domrémy, en la aldea de Lorena el 6 de enero de 1412. Se trataba de una joven no muy diferente a lo que podríamos encontrar en aquella época. Se encargaba de tareas como la de hilar, coser, arar el campo o cuidar del rebaño familiar. Por tradición, según dictaba la sociedad, oraba e iba con gusto a la iglesia.
Su origen era humilde. Aparentemente era como las demás niñas francesas de la Baja Edad Media, que vivían tiempos convulsos. Francia tenía a sus nobles divididos en facciones, tenía inseguras regencias y una considerable porción de territorio francés pertenecía a los dominios ingleses.
A pesar de los devenires de los franceses, se respiraba la alegría en la joven Jeanette, que en palabras de su padrino Jean Moreau:
«Jeannette iba a menudo y con gusto a la iglesia y a la ermita de Notre-Dame de Bermont, en Domrémy, a veces incluso cuando sus padres creían que estaba arando»