Ara Pacis Augustae
La decoración exterior combina esculturas con frisos,  mientras que el interior estaba decorado con guirnaldas y bucraneos. Los frisos, sobre todo los exteriores, tenÃan alegorÃas sobre la fundación de Roma, de los que se conservan dos, uno dedicado a Eneas y otro a la tierra, haciendo alusión a la prosperidad resultante de la Paz de Agusto.
En los frisos también se representa a Augusto y su familia, combinando altorrelieves con medio y bajorrelieves para crear una sensación de profundidad, con influencias helenÃsticas, pero con el realismo y la sobriedad tÃpicamente romanas.
Tras un prolongado abandono en el que se canibalizaron sus piedras para construir otros edificios, como el palacio de Humberto I, fue reconstruido entre 1937-38 (durante el apogeo fascista de Mussolini) y hoy en dÃa ha sido recientemente cubierto por un edificio minimalista que lo protege de la contaminación y las inclemencias ambientales.